Eso que te lastima.

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La maldita piel amarillenta de tus manos, el asqueroso color de la histeria, tan miserable, veo como cada noche sacas filo a tus uñas y arañas tu cara con desesperación, se que no quieres ser tu y no puedo culparte, nadie quiere tener una gota de tu amor, una gota de tu dolor. El color amarillo de tus ojos, me transporta a mis más íntimos miedos y me dan ganas de llorar, cada que escucho tu voz partirse en dos mientras tratas torpemente de articular un "tu". Se que tienes miedo, se que estas lleno de rencor y remordimiento, como te torturas dando golpes y patadas a ese cristal, puedo ver que el humo no a abandonado tus pulmones aún, me pregunto si quieres convertirte en eso que tanto odias para poder obtener la justicia tan vacía que deseas, aquel deseo de venganza. Se miran bastante maltratadas las palmas de tus manos, parece que sostuviste bastante tiempo tu corazón tratando de que no tocara el suelo, lo veo en tus ojos, el derecho ya está dañado de tanto llorar. Tu cuerpo tiembla bailando el ritmo del odio y el rencor, tus gritos parecen terremotos que derrumban todo a tu alrededor, y te sumerges en una galaxia vacía donde el frío tan intenso no para de quemar, quieres mantenerte fuerte pero no lo puedes ocultar, las heridas de tus piernas dicen que fue una gran caída reconozco con intriga que pudieras ponerte de pie para intentar golpear solo una vez más. Veo en el maquillaje debajo de tus ojos que tratan de ocultar las ojeras, que llevas durmiendo, más de lo que has vivido, se el motivo, me duele aceptar que los sueños son mejores que la realidad, que al despertar el monstruo no se marcha. El miedo a la oscuridad se fundió con tu valor, la fuerza y la vida se desvaneció, veo como tu gallardía se extingue cada segundo que transcurre, me pregunto a donde va, por que no te puede llevar con ella, a aquel lugar donde mueren los sueños. Siento que el odio que llevas en la espalda solo hará que colapses más rápido, es tan desagradable ver a una hormiga cargando un pedazo tan grande de basura con tanta dedicación. Quisiera abrazarte una solo hoy para ver si puedo volver a ver por un instante el color se tus mejillas, aquella rosa se protegió del final en un ámbar impenetrable, quiere conservarse el mayor tiempo posible, y deseo en verdad que lo logre, seria una lastima que aun con tanto esfuerzo se marchitara.

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