Poemario

Acogido

Veo el suelo que me vío nacer, siento el cielo que me acunó, estoy dónde debo estar, ¿No?, una pieza de un rompecabezas que está tan deforme que no encaja, no entiendo el idioma, veo los rostros de mi sangre y no puedo memorizar sus nombres, algo está evidentemente mal y soy yo, no encajó en este lugar al que me aferro a llamar hogar, es que si no soy de aquí a dónde iré, si en ningún lugar mi nombre se escucha, me siento solo rodeado de gente, veo a los lugareños moverse a ciegas en su utopía, pero aunque estuve esperando volver no me siento en casa, no importa que haga el sentido de pertenecía nunca llega, no comprendo porque ni estando en casa me siento en mi hogar, no se que extraño, no se que añoro, no entiendo porque duele, si por fin estoy dónde debo estar, tengo el corazón roto y mis ilusiones despedazadas, solo quiero algo que todos deberían tener, quiero un abrazo familiar, no ser un invitado, no ser más un arrimado, no me gusta peregrinar por qué eso implica que me tengo que marchar, solo quiero un poco de estabilidad, no tener miedo de pensar que el día de mañana no tendré donde dormir, es tan doloroso estar tan solo, en un lugar donde todos saben mi nombre pero nadie sabe quién soy. No poder opinar, no poder defenderme de lo que me molesta, respetar cada falta de respeto, cada indicación para no perder lo que no tengo.