Volvi a fallar

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Ese dolor tan inmenso que te invade cuando no sabes que hacer, la sensación se haberlo dado todo y que no sea suficiente por que siempre habrá alguien mejor que tu que tuvo más suerte y sin saberlo te arrebata lo que tu también anhelas y te quedas con la sensación de mediocridad, de no poder competir, de no poder lograrlo por que no lo mereces, aun cuando solo tu sabes que te dedicaste al máximo por intentarlo, esas lágrimas ahogadas, esas ganas de gritar hasta arrancarte la garganta, de querer rendirte y no poder hacerlo por que ya llegaste demasiado lejos y debes conformarte con las sobras que te dejaron los demás. Aquella sensación que te invade cuando llorar y nadie parece entender tu dolor, un dolor patético pero genuino, una tristeza absoluta que te arrebata todas las ganas que tienes de levantarte, de no encontrar consuelo. De que tu única oportunidad de estar a un paso más cerca de terminar no puedas tenerla, te quedes estancado en el mismo agujero caminando en círculos para poder tener la sensación de que estás avanzando para que cuando abras los ojos veas que no llegaste a ningún lugar y que ahora no sólo estás estancado, si no que también estás exhausto, tan pero tan cansado que duele, y llorar, e intentas desesperadamente salir de nuevo pero no puedes, por que el agujero se está haciendo más profundo con cada hora que pasa y entres más deciendes menos puedes salir, menos puedes lograrlo y nadie te entiende, nadie te da una mano, y por el contrario se asoman a donde estas y se burlan, te preguntan, ¿Cuando saldrás? ¿Cuanto te falta?  Pero no te ayudan, nadie te ayuda por que nadie quiere hacerlo, pero todos quieres burlarse y al mismo tiempo ver la noticia de que después de tanto saliste del agujero arrancando tus propios intestinos para usarlos como cuerda mientras te estas desangrando en un espectáculo que solo te duele a ti, pero que ellos desean ver, y si por algún motivo mueres en ese agujero solo rescataran tu cuerpo inerte para ponerlo en el muro de la vergüenza donde te exhibirán y mientras estés sufriendo tu castigo en el infierno podrás ver aquella humillación que nunca podrá dejarte descansar en paz.

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