Las manecillas del reloj no dejan de hacer ruido, ese ruido que retumban en cada rincón de mi habitación, ese sonido penetrante que se incrusta en mis oídos. Trato de quedarme quieto para no hacer ningún sonido, por alguna razón no quiero hacer ni un poco de ruido, pero ese reloj no me deja estar en el silencio que tanto deseo. Llevo un par de siglos aquí, no sé si estoy despierto, pero no creo, ese sonido no deja dormir. Es gracioso, no recuerdo haber comprado un reloj. Mi cuerpo no responde, y el reloj está fuera de mi rango periférico, detesto tanto ese sonido, me impide escuchar mi respiración, odio tanto ese ruido no me deja escuchar mi corazón. Mi cuerpo entumecido se estremece cada segundo que pasa sin poder detener ese tictack, quiero derribarlo. Me duele la cabeza, tal vez mi cerebro va a explotar, eso sería fenomenal, si con eso se termina este martirio, me siento solo, me siento triste y ese ruido no me deja vivir mi luto tranquilo, se que algún día me pondré de pie y lo destruiré, pero por ahora solo quiero dormir tranquilo. Solo quiero taparme los oídos, día a día, noche a noche y una más. Día a día, hora a hora sin parar, no deja de sonar. ¿Acaso no se terminarán nunca las baterías?.
ESTÁS LEYENDO
Poemario
PoetryEsto es una compilación de múltiples poemas que tengo y me gustaría compartir con quien guste leerlos, permítame compartir mi trabajo con usted, espero tener algúno que pueda conectar con sus emociones por el medio de las letras.