Advertencias: Monster Sex, Hematofilia, Odaxelagnia, Bondage, Creampie, Fluff (leve).
Heat
Conocí a los gemelos Sparda hacía relativamente poco tiempo, pero eso no impidió que supiera lo que realmente eran: semidemonios, híbridos nacidos de la unión de una humana con un demonio.
Todo había comenzado con Dante, el menor de los albinos de ojos azules, quien me ayudó a salir de una peliaguda situación un día en un callejón: unos tipos intentaron robarme y violarme, y Dante, que pasaba por allí, les dio una paliza.
Como estaba temblando y completamente aterrorizada, el albino me invitó a ir a su agencia con él, el Devil May Cry, y ya allí hablamos un poco tranquilamente. Fue entonces que conocí a su gemelo, Vergil, quién, si era sincera, me daba algo de miedo por su semblante frío y serio.
Aun así, poco a poco fuimos haciendo migas y Dante y yo nos hicimos buenos amigos, mientras que Vergil y yo... bueno, era difícil de explicar ya que se dio de una manera un tanto abrupta y repentina, pero se podía resumir a que teníamos algo.
Vergil no era alguien cariñoso o hablador en exceso, y de hecho no le agradaban demasiado los humanos, pero por alguna extraña razón que desconocía, disfrutaba de mi compañía.
—Andy, quiero que estés conmigo —me dijo un día, sin despegar la mirada del libro que estaba leyendo. Me extrañó mucho que usara mi apodo.
—Literalmente me paso el día aquí con vosotros —repuse, no sabía ni como, pero ellos me habían absorbido de una manera un tanto peculiar, quizá era debido a su condición de mestizos.
Vergil negó cuando dije eso, cerrando el libro con un suspiro de resignación, como si estuviera hablando con una persona demasiado estúpida o lenta como para entenderle. Dejó el libro en el sofá y se giró a mirarme, clavando sus penetrantes ojos azul hielo en los míos.
—No me refiero a que estés más tiempo aquí. Me refiero a que estés más tiempo conmigo —explicó, podía jurar que un leve sonrojo teñía incluso sus pálidas mejillas.
Tragué saliva cuando por fin todo encajó en mi cabeza: el mayor de los albinos me estaba proponiendo tener algo entre nosotros.
—Bueno... yo... —tartamudeé, que me sentía atraída por Vergil no era ningún secreto, ya que su aura misteriosa y su personalidad reservada e introvertida me llamaban demasiado la atención.
—¿No quieres? —Y fue entonces que me apresuré a aceptar.
Nuestra relación no era muy normal que dijéramos, era obvio que él me quería y yo a él, pero el albino no lo demostraba demasiado. Lo suyo eran los pequeños gestos, como pasar su brazo por mis hombros mientras leía y atraerme hacia él o besarme la frente mientras me daba las buenas noches. Era tal el punto de retracción que no mentía cuando decía que en esos dos meses nos habíamos dado como cinco besos en los labios, y solo dos de ellos habían sido con lengua.
Me parecía extraño que Vergil fuera así, e incluso en muchas ocasiones me daba rabia, ya que yo era una persona cariñosa y afectuosa, pero no me molestaba, al menos no tanto como lo que hacía en las noches de luna llena.
La primera vez que lo hizo me enfadé muchísimo, ya que yo no sabía lo que estaba pasando exactamente, solo que Vergil me había echado sin más.
Esa noche me acosté en el sofá de la sala, y Dante, que había ido a por un vaso de agua, me vio allí, tirada en el mueble.
—¿Andy? —Preguntó, acercándose hasta mí.
—Dime, Dante —respondí, con los ojos cerrados.
![](https://img.wattpad.com/cover/337160632-288-k113438.jpg)
ESTÁS LEYENDO
One Shots con Vergil Sparda
FanfictionEn este libro podrás encontrar One Shots de Vergil Sparda +18, así que si no eres fan de lo hot este libro no es para tí. ¡Espero y les gusten!