bonito reencuentro

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Rick estaba fatal, y Carl peor.
Rick se había ido dentro, a no sé él que, hubo un silencio enorme, hasta que Glenn lo paró.

-B-bueno habrá que ir a buscar leche y demás ¿No?
-Claro, y si no le damos pronto morirá.
-Vale, no dejaré que eso pase, saldré a por lo que necesite.
-Yo voy contigo.

Dijo Miriam y Maggie sobresaltó.

-No hablar, tu quédate, iré yo.

Maggie se acercó a Miriam y susurró.

-Porfavor, el chico acaba de perder a su madre y no está muy bien.
-Ah ya, claro.

Todos fuimos dentro y Glenn y Maggie se fueron.

-¿Sabes dónde puede haber alguna tienda de bebés?
-Hmm bueno cuando salí con Miriam vi una creo, vamos a ver si está vacía.

Al llegar forzaron la puerta, haciendo ruido y vinieron unos cuantos de caminantes y los mataron.

-Bien, yo buscaré por ese lado, tu busca por aquí, cerca de la entrada para poder ayudarme a sacar algunas cajas, parece que en la cocina hay comida.

Dijo Glenn, cogió algunas cosas y al volver había un hombre agarrando a Maggie y con una pistola e su cabeza, pudo reconocer quién era perfectamente.

-!¿M- merle?!
-El mismo muchacho, ahora dime ¿Mi hermano está vivo?
-Sueltala y te lo diré.

Merle puso el dedo en el gatillo y miró a Glenn.

-¡Esta bien! Si está vivo.
-No era tan difícil decirlo, vamos al coche.

Dijo Merle mientras salía con Maggie aún agarrada hacia el coche.

-No te llevaremos a nuestro campamento.
-No quiero eso.

Dijo Merle mientras le pegaba con la pistola a Maggie en la cabeza y luego a Glenn.
Glenn se despertó en una especie de habitación, parecía un sótano, estaba sentado en una silla y atado.

-¿Q-que? ¿Donde estoy?...

Merle entró por la puerta.

-Hola muchacho.
-¡¿Donde esta?!
-¿La chica?
-¡¿Donde está?!
-Esta bien ¿Es tu novia?

Glenn se le quedó mirando mal a Merle.

-Respondeme o te vuelo la cabeza.
-No, no lo es.
-Vaya. Bueno iré al grano.

Merle se acercó a Glenn y sacó un cuchillo.

-Dime donde está.

Glenn miró confuso a Merle.

-¿El que?
-¿Que cojones va a ser? Vuestro campamento o donde sea que viváis.
-No tenemos ningún campamento ni nada de eso.
-Glenn se que tienes agallas, pero no sabes mentir.

Glenn miró a Merle mientras fruncía el ceño.

-Te he dicho que no tenemos.
-Joder ¿En serio vas a obligarme?

Glenn no respondió.

-Oh vamos Glenn, te lo estoy pidiendo.

Glenn seguía sin responder.

-Tu lo has querido.

Merle abrió la navaja y se la puso en el cuello.

-Puedes hacerme lo que sea, matame si hace falta, pero no diré ni una puta palabra.
-Hay que joderse contigo.

Merle quitó la navaja bruscamente y salió por la puerta.

amor en el apocalipsis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora