SEVENTEEN

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"Algunos infiernos llegan a nuestras vidas, cuando conocemos el sabor dulce de las manzanas del árbol prohibido".



HOSEOK

— Sigo creyendo que todo esto es una exageración. —Jimin, masculla a mi lado. —Es que, Joder, ¿en que estaba pensando Min Yoongi, enviando todas estas cosas de bebé, aquí? ...—Haciendo una pausa, frunce el ceño, para segundos después añadir, luciendo totalmente, indignado. —Hoseok, ni siquiera tiene tantas semanas de embarazo...Hermoso Jesús, esto puede ser hasta de mala suerte.

No puedo evitar sonreír ante las palabras de mi primo, mientras metía un hermoso mameluco verde celeste con rayas, en una de las tantas cajas de regalo esparcidas en mi cama.

Había pasado una semana ya, desde que Yoongi me había dado el alta del hospital y ahora me encontraba en casa. Sin embargo, no notaba mucho la diferencia de estar internado en el hospital a guardar reposo estando en casa, cuando el trato seguía siendo el mismo. Comidas saludables. Atención exagerada. Cuidados innecesarios. Etc.

Mi padre, había sido extremadamente sobre protector conmigo y debía confesar que, aún no me acostumbra a tanta atención de su parte. Pero me sentía ridículamente feliz y desbordante de emociones, cuando lo veía acatar cada uno de mis "Caprichos"

Junto a Jimin, se habían encargado de que me alimentara bien, con comidas saludables, y sin saltarme ni una, como lo había ordenado Yoongi. También, me habían logrado mantener en casa, alegando que no podía hacer muchas actividades que me generarán estrés, y por supuesto, mi trabajo en el hospital tuvo que ser suspendido, hasta nueva orden de mi padre.

Había sido una semana difícil y cargada de muchos sentimientos encontrados. Me sentía feliz por mi embarazo y todos los cuidados que estaba recibiendo, pero también me había sentido triste y desganado, cada vez que Taehyung llegaba a mi cabeza o en las pocas ocasiones, que había tenido el infortunio de tropezármelo en la casa. Recordando las cosas vividas y el por qué no de nuestra relación.

Sin embargo, mi vida ahora seguía un nuevo ritmo y debía acoplarme a él. Así que, mi cabeza se había visto menos abatida de recuerdos de Taehyung, ocupado y concentrando en mi boda con Yoongi.

Parecía que nadie en mi familia, estaba de acuerdo de mi boda con Yoongi, tragándose poco el cuento, de mi supuesto enamoramiento por él. El abuelo Doyoung, se había mostrado triste y al igual que mi padre, había insistido en que pensara mejor las cosas. Lo cierto era, que no ya no había nada que pensar. Le había dado mi palabra a Yoongi y la cumpliría, sin importarme poco lo que mi estúpido corazón sintiese.

Jimin y Sejun, también habían manifestado su total desacuerdo, pero, aun así, me apoyaron y estuvieron a mi lado, en todo lo relacionado con los preparativos. Mientras que, por otro lado, mi madre y Lía, parecían ser las únicas felices con todo este asunto de la boda, seguramente rebosantes de entusiasmo, al por fin deshacerse de mí.

Entonces, decidiendo no perder tanto tiempo, mi madre junto a Yoongi, eligieron una fecha para la boda, posteriormente, colocándome al tanto. Estuve de acuerdo. Una semana sería suficiente, para aplacar el torbellino de emociones que era mi corazón. Entonces, finalmente me casaría y podría salir de esta casa. Lejos del odio de mi madre. Lejos, de la única persona que había logrado romper mi corazón en pedazos. Lejos, de las falsas promesas y mentiras de Kim Taehyung.

Por supuesto, para el resto de la familia seguía siendo precipitado. No entendían el porqué de una boda tan a la ligera, tratando en un último intento de hacerme reconsiderar mi decisión.

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