TWENTY-ONE

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Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes...

(Khalil Gibran)


TAEHYUNG

Miro por la ventana de la pequeña cocina de Jungkook, sintiéndome como un alma en pena.

El día anterior, había estado tan cargado de tantos acontecimientos, que había sido casi imposible poder conciliar el sueño, después de llegar a la casa de Jungkook y Jimin.

Hoseok, como era de esperar, también había tenido problemas y creo, que cuando logro dejarse envolver en los brazos de Morfeo, fue más por cansancio que cualquier otra cosa.

Me enojaba mucho y me sentía mal, por saber que perdió a alguien a quien amaba y que su madre, o la mujer que había creído su madre, durante veintidós años, no tuviese ni un poquito de misericordia con él.

Por Dios. ¿Enserio la mujer, había estado tan llena de dolor y venganza, que no vio más allá de lo que Hoseok es?... ¿Que, durante veintidós años, lo único que pudo ver, fue al hijo del amante de su esposo?... Era comprensible, pero Hoseok tampoco tenía la culpa. Y eso, me molestaba mucho.

Me tomo el vaso de agua por el que había bajado, y decido regresar a la habitación. No quería que el menor despertara y no me encontrara a su lado. De hecho, no había querido separarme de el en ningún momento, por si me necesitaba. Creo que el único momento, donde me vi obligado a mantenerlo fuera de vista, había sido, cuando llegamos a la casa de Kook y Hoseok, habría querido hablar a solas con su primo y su mejor amiga. Después de eso, no nos habíamos separado más.

Cuando pongo un pie en la escalera, que da al segundo piso de la casa de Kook. El suave. Toc. Toc. proveniente de la puerta, llama mi atención. Me detengo y miro confundido hacia el lugar.

¿Quién podría ser? ...

Era demasiado temprano para una visita. Así que, dudaba que fuese una, y considerando los a consentimientos del día anterior, podía hacerme una idea clara, de quien estaba al otro lado de la puerta.

No quería que molestaran a Hoseok. No quería, que siguieran presionando el dedo en su herida. Había prometido que lo protegería y era lo que estaba decidido a hacer.

Decidido, camino hacia la puerta y tomo el picaporte girando y abriendo la puerta. Quien quiera que estuviese del otro lado, tendría que irse por donde vino. Sin embargo, el flujo de mis pensamientos se ven detenidos, cuando mis ojos observan a Jung Namjoon. Pero más que verlo a él, mi mirada es atraída al doncel detrás de él. Dejándome congelado y con la boca abierta.

Era el doncel más hermoso y llamativo que había visto en mi vida, después de Hoseok. Era bastante joven. Quizás, algunos 35 años, no sabría decirlo a ciencia cierta. Sus ojos era azules claros y vivos como los de Hoseok. Su tez clara y el cabello lacio y corto, con el tono más anaranjado natural, que había visto en alguna persona... Como el de Hoseok...Entonces, lo supe inmediatamente. El doncel delante de mí, era el padre de Hoseok.

Trago duramente y parpadeo, mientras pienso que decir.

Jung Namjoon, también parece pensar bien en sus palabras. Ahora luce más compuesto y sereno, de cómo lo habíamos visto el día anterior. El doncel, me mira nerviosamente, con esos ojos azules raros de ver otra persona. Pero detrás de ellos, pude percibir más. Dolor, tristeza y mucha preocupación.

Jung Namjoon, es el primero en hablar, cortando con el silencio.

— Taehyung ...— Dice

Asiento con la cabeza a modo de respeto, y respondo.

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