FORBIDDEN LOVE

END

Si quieres el arco iris, tienes que aguantar la lluvia.

(Dolly Parton)

SIETE  MESES DESPUÉS... 

TAEHYUNG

¿Cómo se plasma lo que se siente?

¿Cómo se plasma lo que no está escrito?

Eran las preguntas que rondaban en mi cabeza, mientras mis ojos observaban al hermoso chico, mirándose atraves del espejo.

Siete meses después, aun me preguntaba, si todo esto realmente estaba sucediendo. Hoseok aquí, conmigo. Y entonces, surgían estas preguntas.

¿Cómo, podía agradecerle el haber llegado a mi vida y haberle encontrado un sentido? ... Antes de él, había creído tenerlo todo. Sin embargo, los fantasmas del pasado habían acechado mi mente, convirtiéndome en una persona, rencorosa con la vida.

Era algo en lo que ya no pensaba.

Con Hoseok a mi lado, había desterrado todos estados pensamientos, a los más profundo de mi cabeza. Los había expulsado de mi vida, solo concentrándome en mi hijo y Hoseok, para que nada les hiciese falta.

Hoseok, había cumplido ocho meses y medio de embarazo. Su vientre ahora voluminoso, lo hacía ver más que adorable. Por el momento, no sabíamos el sexo del bebé, ya que Hoseok, había querido que fuese sorpresa. La verdad, no me había importado mucho, ya que estaría feliz, si estaba teniendo una niña o un niño, mientras llegara al mundo con vida y mucha salud. Por lo que, habíamos comprado ropa para ambos sexos. Y habíamos estado viendo nombres, tanto de niñas como de niños, sin embargo, aún no nos decidíamos por uno.

El primer mes después de aquella conversación, donde Hoseok se enteró de toda la verdad en su vida. Había tenido mi conversación justa con su padre. Para mi sorpresa, no fue duro conmigo, pero si fue muy sincero, respecto a lo que pensaba de esta situación. Como era de esperar, no había estado para nada contento, con mi infidelidad hacia Lía, y mucho menos, que me viera enredado en esta situación con el menor. Sin embargo, él nos mostró su apoyo, y me hizo prometerle que cuidaría de Hoseok, con mi vida misma si era necesario. Lo que no era indiscutible.

Con Sejun, la cuestión había sido más complicada. No podía decir, que aun cuando tipo me veía, no sintiese el impulso de matarme. Aun así, se mantuvo tranquilo por Hoseok, y trato de hacer las paces.

Por otro lado, el primer mes después de aquella conversación, habíamos vivido con Jungkook y Jimin. Sin embargo, al mes y medio, compramos nuestra propia casa. Hoseok había estado tan feliz, que el mismo se encargó de buscar las casas, junto a Jimin y Jennie, para que después fuésemos a visitarlas. Había sido un poco complicado, pero al final, logramos encontrar una que nos gustase a los dos, y donde nuestra hija o hijo, fuese feliz.

Por supuesto, no todo había sido felicidad. Lía, junto a su madre, habían desaparecido dos días después, de que Hoseok se enterase de la verdad. Nadie sabía de ellas. No había rastro.

No puedo decir, que no me había sentido preocupado. Después, de todo, había amado a Lía. Y solo esperaba que, con el tiempo, pudiese perdonarme.

— Estas siendo espeluznante, Tae.

La voz de Hoseok, me saca de mis pensamientos. Lo miro y una sonrisa divertida curva sus labios. El niega con la cabeza.

— ¿Qué sucede, cariño?...

Devolviéndole la sonrisa, niego con la cabeza. Me levanto del borde de la cama, donde había estado sentado observándolo y me dirijo a él, deteniéndome a sus espaldas. Entonces, lo giro. Una risita brota de sus labios, y me mira expectante.