FORBIDDEN LOVE

EIGHTEEN.2

Regresarás, estoy seguro de que regresarás

Estás con él por pura comodidad

Aburrido entre sus brazos

¿A quién piensas que vas a engañar?

Sabes bien que eres mi otra mitad...

HOSEOK

Había algo terriblemente irónico en que hace menos de tres meses atrás, cuando mi padre había viajado a Paris, prácticamente obligándome y dejándome sin salidas para que volviese a Corea, me hubiese convencido a mí mismo, que independientemente, si mi realidad y mi padre me empujaban a tomar la decisión que por siempre había defendido a capa y espada, jamás iba a dejar que ninguna red me atrapara como si fuese un pájaro indefenso. —Soy un ser humano libre con una voluntad independiente. —Me había dicho una y otra vez, repitiendo las palabras en mi cabeza como un mantra. Y el ahora, aquí en mi habitación de mi infancia, donde todos mis sueños se habían apagado, preparándome justamente, para ser atrapado como una criatura indefensa en una red. Entre el pasado y el futuro.

La mierda que me había dicho Jungkook, esta mañana, había desenterrado viejas heridas que no había querido enfrentar por el momento. Había sacado a relucir, el pasado no tan lejano que no había querido recordar, disparándome suciamente todos los tiros al pasar que podía. Desde entonces, había sido solo un robot moviéndome en piloto automático, prisionero de los recuerdos de Kim Taehyung. Y jodiendome la cabeza, pensando en lo que pudo ser y no fue.

Había estado tratando de no pensar en Kim Taehyung durante los últimos días, concentrado en mi boda y cuidar de mí y mi bebé. Y que justamente hoy, Jeon Jungkook en nombre de Taehyung, viniera a revolucionar mi cabeza, me tenía ido, nervioso y apunto de la paranoia. Por lo que, para tener un poco de tranquilidad, me había visto obligado a apagar el teléfono y encerrarme en mi habitación. Entonces, solo había sido obligado por los chicos, para bajar y almorzar junto a mi padre, Sejun y el abuelo Doyoung.

El resto de la tarde había transcurrido "Con normalidad" ... En un vaivén de movimientos y gente entrando y saliendo de la casa. Por lo que, me había visto obligado a encerrarme nuevamente en mi habitación y dormir por unas cuantas horas. Para mi gran suerte, Jimin y Jennie, no habían tratado de saber e indagar que me pasaba y porque de pronto me veía tan decaído, asumiendo que tanta gente en movimiento me estaba causando nervios. —Ha sido un día bastante largo y movido, ¿Por qué no descansas un rato? —Jennie, tiene razón. Descansa Hobi. —Habían sido sus palabras, saliendo de la habitación y dejándome solo.

Creo que no me había dado cuenta de cuanto lo necesitaba, hasta que me desperté, abriendo mis ojos y sintiéndome en gran parte liberado, como si me hubiese quitado una enorme carga de encima, que no me dejaba respirar. Entonces, me había sentido recargado, para seguir con todo esto.

Para enfrentarme... a lo inevitable.

(...)

4:45PM

Todos los preparativos de la boda se habían hecho con rapidez, ya que mi madre no había querido que se me notará el embarazo, avergonzándola ante sus amistades y mucho menos, tener que enfrentarse ante las críticas de la sociedad. Así que, a solo unas horas de mi boda me encontraba en mi habitación, terminando de arreglar mi cabello con ayuda de Jimin y Jennie, lo cual había sido una de las pocas cosas que mi madre, había dejado que hiciese y escogiese por mi propia cuenta.