𝗗𝗼𝘀

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Las nubes grises en el cielo amenazaban con soltar sus pesadas gotas de agua, de vez en cuando algunas se escapaban mojando a los transeúntes que circulaban por las calles

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Las nubes grises en el cielo amenazaban con soltar sus pesadas gotas de agua, de vez en cuando algunas se escapaban mojando a los transeúntes que circulaban por las calles. Aunque la mayoría de las personas un domingo a las seis p.m, o estaba metida en su casa o usaba otro medio de transporte.

Cierto peli-negro, ni siquiera tenía una bicicleta en su posesión, por lo que había tenido que caminar varias cuadras solo para saciar sus antojos repentinos. No se quejaba, le gustaba consentirse y darse algunos gustos... lo que no estaba soportando, era el hecho de que aún le quedaba un trecho largo por recorrer y la tormenta estaba cada vez con más ganas de hacer acto de presencia.

Suspiró bajando la cabeza, mirándose los pies al caminar. Se concentró en no pisar las líneas de la vereda, le gustaba hacerlo desde pequeño porque era entretenido, aunque la mayoría de las veces no se daba cuenta y funcionaba como si simplemente sus pies tuvieran incorporado el evitar las líneas.

—¡Min YoonGi!—exclamó, haciendo al chico saltar entre su caminar por el susto.

YoonGi levantó la vista, frenando en seco. Solo podía pensar en una cosa... ¿Será que habrá notado lo infantil que se veía hasta hace unos momentos, caminando de esa forma?

—¿Ji-Jimin?—qué estúpido se sentía en ese momento. ¿No podía seguir caminando y ya? Estúpidos sus pies que no le respondían cuando lo necesitaba.

-—Hey, hola hyung. ¿Cómo has estado?—sonreía.

La tonta sonrisa que Park mantenía en el rostro cada que le miraba, hacía que Min se sintiera frustrado, era como si todas las alarmas de su cerebro se encendieran pero no lograba captar con claridad el mensaje. Y no entender qué sentía, lo frustraba el doble.

» —¿Y para qué tantas mandarinas? ¿Vas a preparar jugo exprimido?

Oh, ¿o sea que había notado la bolsa que llevaba en la mano?. Okey. Simplemente Park Jimin y su presencia le molestaban. Mucho.

—¡¿Por qué no me dejas en paz?!—sin paciencia demandó saber—, ¡¿qué es lo que quieres?!

Algo que YoonGi no se planteaba, o tal vez no lo había notado, era el por qué se quedaba cuando el otro lo frenaba. Sino le estaban obligando, y tampoco tenía que quedarse sino quería, ¿por qué lo hacía, si supuestamente tanto le disgustaba?

—Te quiero a tí—ladeó un poco la cabeza, parecía un niño pequeño y curioso—, ¿no he sido siempre demasiado obvio?

Min rodó los ojos, subiéndose por auto-reflejo lo más que pudo el cuello de la campera en el intento de ocultar sus mejillas. Gracias al cielo, las estrellas, y a dios si es que existía, que había elegido la campera con un estampado de Kumamon, la cual era dos tallas más grande que su cuerpo.

—¡Púdrete, Park!—bramó ofendido, sin saber cómo defenderse. Jimin sonrió cuando el chico pasó de él, y cada uno continuó su camino.

Si bien no fue una conversación fluida, Park sabía que al menos era un avance. Ahora solo faltaba afianzar la confianza un poco más, ¡necesitaba poder pasar más tiempo con él.

 Ahora solo faltaba afianzar la confianza un poco más, ¡necesitaba poder pasar más tiempo con él

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©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5 💛

¡ʜᴇʏ, ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ!  ꒰ ᴊɪᴍsᴜ  ◍ ver.²꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora