𝗖𝗶𝗻𝗰𝗼

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YoonGi estaba acostumbrado a sentarse solo, por lo que al llegar al aula lo primero que hacía era dejar su mochila en el asiento que no usaba

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YoonGi estaba acostumbrado a sentarse solo, por lo que al llegar al aula lo primero que hacía era dejar su mochila en el asiento que no usaba. Sin embargo, cuando esa mañana ingresó al aula y caminó hasta el que era siempre su asiento, en el último lugar junto a la ventana, la otra silla estaba ocupada también. Y no le gustaba para nada la presencia de esa persona ahí.

—¡Buenos días, Yoonie!—exclamó alegre de verle.

—¿Qué haces ahí?—cuestionó por toda respuesta que le pudo dar. Mantenía el ceño fruncido y los brazos cruzados por sobre su pecho, dejando en claro el disgusto que le causaba el tenerlo sentado a su lado —, ¡ve a sentarte donde estabas antes!

Jimin se rió.

—No quiero.

—¡Te odio tanto, idiota! —bramó con frustración mientras se sentaba sin más que hacer, resignado a su nefasto destino del día. El profesor ingresó al aula en ese momento, por lo que intentó mantenerse concentrado solo en el tema que el hombre explicaba.

Sin embargo, cierta persona consideró que era una buena idea seguir molestándolo.

—Yoon, ¿ya he dicho que eres muy, muy lindo?—habló de la nada, mirándolo con adoración.

El mayor apretó los ojos mientras se masajeaba la sien,  con el sentimiento de molestia haciéndose en verdad cada vez más presente. Su compañero era un maldito bromista que no podía cerrar la boca ni por tres segundos.

—Sí. Miles de veces—bufó, torciendo la boca en una mueca de desagrado—, así que ahora déjame copiar lo que pongan en la pizarra. Y tú deberías hacer lo mismo.

—¿Ahora hasta te preocupas por mi?—se burló—, ¡qué tierno eres!

La vergüenza azotó su rostro, por lo que de inmediato, Min se colocó la capucha de la campera sobre la cabeza y miró en dirección a la pizarra. Sacó de su mochila los útiles y comenzó a dejar cada uno sobre la mesa, sintiéndose repentinamente nervioso.

Estúpido Park Jimin.

—S-solo mantente callado y haz la tarea, Park—azotó su carpeta contra la mesa sin querer, pues su intención no fue que toda el aula volteara a mirarlo—, ¡joder!

—Uy, tanta agresividad en un ser tan hermoso—soltó una risita nasal.

Ok, verdaderamente YoonGi quería asesinarlo y luego correr al baño a mojarse la cara con agua para intentar disipar su sonrojo. Y eso que la mañana recién comenzaba.

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¡ʜᴇʏ, ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ!  ꒰ ᴊɪᴍsᴜ  ◍ ver.²꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora