𝗗𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲

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Las manos le sudaban, estaba demasiado nervioso

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Las manos le sudaban, estaba demasiado nervioso. Quizá la palabra que él hubiera usado era "asustado", pero daba lo mismo.

Llevaba días intentando ignorar sus sentimientos, manteniéndose alejado del rubio, diciéndose a sí mismo que solo había generado apego al chico y por eso lo extrañaba. Pero ver cómo Félix le robaba un beso aquél día le puso los pelos de punta, incluso sintió ganas de llorar.

Y él podía no saber mucho sobre amor y cursilerías, ¿pero celos?, era el rey de los celos.

Sentía que la sangre le hervía en las venas cuando esas chiquillas de grados menores se le acercaban, cuando ponían sus delicadas manos en su hombro. Incluso que estuvieran en el mismo ambiente le resultaba molesto, quería ser él a quien mirara y le sonriera como al inicio.

—Estoy enamorado—soltó de repente, dejando su celular, que fingía usar para distraerse, sobre la mesa—, Seokjin,  ¡m-me enamoré de él! Mierda, no puede...

No podía estarle pasando eso a él, que tanto había evitado lo que para su corazón era inevitable.

Tras alejarse de Jimin por cuenta propia, YoonGi había optado por frecuentar más a Seokjin. Después de todo, le agradaba su compañía y por algún motivo no pasó mucho tiempo para que el chico incluso lo invitara a pasar el rato en su casa y jugar videojuegos.

—¿De qué hablas?—frunció el ceño con confusión. Desde hace casi dos semanas, exactamente el tiempo desde que eran amigos, que notaba que Min algo raro tenía; estaban lo más bien, y de repente, se ponía triste o decaído. Conocía sobre su mal genio, pero no era nada que ver con eso.

Sabía también del enamoramiento de su primo por el peli-negro, y tenía entendido que había dejado de insistir definitivamente desde hace una semana por que a YoonGi parecía no interesarle en absoluto, pero Jimin se estaba perdiendo parte de la historia que el mayor no había tenido el valor, quizá, de contarle.

—¡Que me gusta Jimin, joder!

—¿Y qué quieres que haga, YoonGi? Solo tienes que ir y decirle a él, sabes que le gustas mucho.

—No quiero que me guste—murmuró, mirando al mayor—, y tampoco quiero gustarle a él. Yo no soy alguien bueno para Jimin. No s-sé nada de r-relaciones, tengo serios problemas de ansiedad y no controlo bien mis emociones... Y Jimin es un ángel.

Si, Seokjin también opinaba que su primo era un ángel, pero con las alas negras. Un ángel hermoso, preso del pasado tormentoso que fue su infancia. Jimin y YoonGi no eran tan diferentes como creían, sin embargo uno le temía al pasado y el otro al presente.

—Oye, no digas esas cosas—suspiró, acercándose al menor para poner tímidamente un brazo tras su espalda, sabía que Min no toleraba demasiado el contacto físico, pero en esa ocasión no se negó—. Eres un buen chico, y todos merecemos amor. Ya deja de llorar, ¿si? Jimin te quiere mucho.

—¡L-le dije que estoy saliendo con mi mejor amiga por que no podía echarle en cara que él se besó con Félix y de ahí mi enojo!—lloró con fuerza, aferrándose al mayor—, y más cosas horribles. Él d-de seguro me odia, hyung.

—Él nunca podría odiarte, YoonGi-ssi.

Seokjin solo se dedicó a abrazarlo por casi una hora hasta lograr calmarlo, y el chico huyó a su casa a pesar de que Kim insistió en que podía quedarse a dormir si quería.

Sin embargo, unas horas después Seokjin aceptó que el hecho de que YoonGi se marchara había sido lo mejor, mientras dejaba un espacio junto a la puerta para que ingresara su primo.

—¡Están saliendo!—bramó, jalándose el cabello. Ahora que Seokjin se detenía a verlo, el chico estaba respirando de manera irregular y no paraba de moverse de un lado a otro por la habitación—, los he visto tomados de la mano en los pasillos de la escuela, varias veces. Me obligué a pensar que solo eran amigos, pe-pero cuando dijo aquello todo tuvo más se-sentido.

—Jimin, cálmate—pidió. Dejando en el sofá el libro que leía, se acercó con rapidez al menor. Cuado eran solo un par de niños y en la escuela molestaban al rubio, Kim le había visto sufrir incontables ataques de pánico. No quería que algo como eso volviera a pasarle, y mucho menos por amor—, Jimin…

—No l-lo entiendo—ignoró a Seokjin, y para escapar de su agarre se volteó hacia el otro lado, en dirección al comedor de la casa del mayor—, después de tanto tiempo, yo en verdad creí… creí que también le gustaba.

De un momento a otro, Kim había logrado sujetarlo mediante un abrazo por la espalda. Lo cierto, es que Jimin no estaba esforzándose en liberarse, por que finalmente, se había quebrado en un llanto desesperado.

Seokjin estaba cansado de ser el Doctor corazón, o más bien, el Doctor consuelo. Pero no podía evitar no estar para los dos menores, le dolía mucho que la falta de comunicación y sinceridad arruinara una relación que podía ser hermosa.

Y estaba decidido, movería sus hilos pero no interferiría directamente. Si ellos no salían solos de ahí en ese momento, nunca podrían resolver por cuenta propia sus problemas.

Por que Kim sabía con certeza que Jimin y YoonGi terminarían juntos, de una forma u otra el destino siempre los volvía a cruzar.

Por que Kim sabía con certeza que Jimin y YoonGi terminarían juntos, de una forma u otra el destino siempre los volvía a cruzar

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Alguien no está soportando y no les voy a decir quién soy 🙄

Cuidense mucho, gracias por leerme♡♡

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

¡ʜᴇʏ, ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ!  ꒰ ᴊɪᴍsᴜ  ◍ ver.²꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora