𝗗𝗶𝗲𝗰𝗶𝗻𝘂𝗲𝘃𝗲 (𝗙𝗶𝗻𝗮𝗹)

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Jimin llegó antes de la hora acordada

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Jimin llegó antes de la hora acordada. Mucho antes, en realidad. Se sentía demasiado nervioso, había pasado toda la tarde pensando qué haría en caso de que sus planes volvieran a salir mal.

Le habían ofrecido una beca en una universidad de artes en Daegu, pero no estaba completamente seguro de aceptar o no. En un principio, la idea de alejarse de su madre y sus amigos no estaba en sus opciones, pero tampoco podría soportar el hecho de tener el corazón roto y seguir viendo la cara del chico que le gustaba. Quizá era algo tonto y cobarde, pero le había prometido desaparecer de su vida. Al menos, hasta que su propio corazón lo pudiera olvidar.

Había tenido fuertes discusiones con su madre por poner primero a YoonGi que sus propias metas. Sin saber, que en realidad su meta siempre había sido él. A Jimin no le importaba tanto lo que le deparara el destino, si YoonGi no estaba a su lado para hacerle compañía. Su madre cada que podía le recordaba que era un maldito obsesivo, que si el no lo quería, no tenía porqué insistir.

Tal vez sí estaba un poco obsesionado, llevaba enamorado de él por mucho tiempo aunque no mantenían demasiada relación, y de pronto en ese último año, se habían vuelto amigos. Y las actitudes del peli-negro le hacian saber que él también se sentía de la misma manera. Que existía una pequeña posibilidad.

YoonGi había confesado tener miedo. El mismo miedo que sentía el rubio, solo que nunca lo dijo en voz alta. Esa era la razón por la cual Jimin nunca trató realmente de formar parte de la vida del mayor, admirarlo a la distancia era doloroso, pero siempre podría hacerlo; siendo más cercano a él, corría riesgo de no volver a verlo nunca más.

¿Qué era peor?

Seokjin siempre le repetía que podía dejar que los años siguieran pasando y en algún momento arrepentirse de no haberse arriesgado, o simplemente hacer el intento.

Finalmente, Jimin había tomado la segunda opción. Lo único que podía perder era su dignidad al verse como un arrastrado por alguien que desde el inicio intentaba apartarlo.  Tenía muchos admiradores en la escuela, incluso fuera de ella, pero no le importaban tanto como ese niño terco y malhumorado que rompía sus invitaciones de cumpleaños en su cara; tal vez, y por alguna razón que carecía de lógica moral, había sido desde aquel tiempo que Jimin sintió cierta atracción por YoonGi.

—Disculpa, oppa—la voz femenina hizo al rubio levantar la cabeza, trayendolo a la realidad. Era una de las chicas que le habían vendido las entradas y también una conocida de la escuela que cursaba un año antes que él—, ¿estás en la fila para la función de las seis? Deberías apresurarte, te quedarás sin un buen asiento.

—Ah, BIBI. Lo sé, pero... Estoy esperando a alguien que no tarda en llegar, no te preocupes.

—Oh, claro, siento molestar oppa.

Jimin le sonrió, negando con la cabeza. A pesar de solo ser un año menor, ella lucía como una educada niña pequeña que se avergonzaba con facilidad y causaba mucha ternura.

¡ʜᴇʏ, ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ!  ꒰ ᴊɪᴍsᴜ  ◍ ver.²꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora