𝗧𝗿𝗲𝘀

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El sol estaba a nada de ocultarse, ya casi eran las ocho de la noche

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El sol estaba a nada de ocultarse, ya casi eran las ocho de la noche. Acababa de salir del gimnasio, estaba cansado y solo quería llegar a su casa y encerrarse en su habitación a dormir. Si su madre no estaba en casa, ni siquiera pensaba prepararse nada para cenar.

-¡YoonGi-ssi!, espérame

Oh, bendito Park Jimin.

¿Qué debía hacer para no encontrarlo en su camino? ¿Desaparecer del globo terráqueo?

Min no detuvo sus pasos, pero el rubio cruzó la calle corriendo y llegó a su lado.

» -YoonGi-sii, ¿qué haces por aquí solo a estas horas?-preguntó con acusación-, el miércoles pasado también nos encontramos aquí.

-Lo que no entiendo-suspiró, cruzándose de brazos-, es qué haces tú aquí. ¿Me estás siguiendo?

-Tomo clases particulares de sociología-el mayor lo observó por el rabillo del ojo, notando el leve sonrojo en las mejillas de Park-, ¿y tú?

-Entreno-murmuró girando la cabeza hacia el lado contrario, evitando sostenerle la mirada.

-Oh, ¡¿tú entrenas?! Wow... ahora entiendo porqué tu pecho se ve así de...-tosió nervioso, guardando silencio. YoonGi sintió el calor pintar su rostro, avergonzado por aquella insinuación-, o-olvídalo. Oye... estos barrios son un tanto peligrosos, ¿sabes?, y hablo en serio, no solo por que me gusta molestarte, pasan cosas raras d-de ve-verdad-la voz le tembló levemente, YoonGi volvió a verlo.

Algo le decía que no le estaba mintiendo, por lo que, sin más, asintió con la cabeza.

-Yah, tonto. No va a pasarnos nada-quiso tranquilizarlo, pero en realidad, se lo estaba diciendo más para sí mismo.

-Solo, por favor, cada miércoles encontrémonos en este mismo lugar, después de todo vivímos cerca.

YoonGi no se lo pensó demasiado, comenzaba a hacer frío y él aún tenía cosas por hacer.

-Está bien. Pero por ahora, solo cierra la boca y camina, Park.

El mayor se resignó a solo hacerle compañía a YoonGi en silencio, manteniéndose alerta por si fuera necesario puesto que dos veces habían intentado robarle. Tal vez físicamente el rubio podía parecerse a un muchacho débil, pero en cuanto a fuerza y porte, definitivamente era un auténtico atleta.

En un abrir y cerrar de ojos, habían llegado a la casa de Min. El pelinegro se obligó a ignorar el hecho de que el peli-rubio se pasó de la calle que le llevaba a su hogar, y le acompañó hasta el suyo.

-¿Sabes algo?-Jimin le apretó las mejillas unos cortos segundos, cuando el peli-negro lo apartó bruscamente-, eres tan lindo, Yoon.

-Que lástima que tu no-y como alma que se la lleva el viento, se fue corriendo con rapidez, sumamente avergonzado.

Mientras Jimin sonrió como el tonto enamorado que era, retomando el andar hacia su hogar, YoonGi insultó en nombre del rubio usando todos los idiomas que conócia, e inventando algunos otros de por medio.

Mientras Jimin sonrió como el tonto enamorado que era, retomando el andar hacia su hogar, YoonGi insultó en nombre del rubio usando todos los idiomas que conócia, e inventando algunos otros de por medio

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©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5 💛

¡ʜᴇʏ, ᴍɪɴ ʏᴏᴏɴɢɪ!  ꒰ ᴊɪᴍsᴜ  ◍ ver.²꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora