Cap 2

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La luz del día traspasó la delgada piel de mis párpados, bostecé y estiré mi cuerpo, crepitando algunas de mis articulaciones, me volteé hacia el otro lado como si de mi cama se tratase -Ya amaneció - Aquella voz trajo a mi mente la realidad, despertándome con un sobresalto y daga en mano - Tranquila, aún no vienen tras de nosotras

Busqué la proveniencia de la voz, izquierda, derecha, detrás de algunos de arbustos o de los otros más lejos, noté que unas hojas caían y miré hacia arriba, la bestia me miraba desde una rama - Buen día

-Te traje el desayuno - Dijo señalando dos liebres junto a una hoguera

-Que amable, gracias 

-No hay nada que agradecer y no confundas las cosas, ya te dije que mi destino está ligado al tuyo y no quisiera morir solo porque moriste de hambre 

-Aun así, gracias - Permanecimos en silencio mientras desollaba las liebres y empalaba para que se cocinaran. 

A lo lejos distinguí una columna de humo, me quedé estática intentado adivinar qué era lo que ardía ¿Una aldea? ¿Un campamento enemigo? ¿Una simple hoguera?

-Lleva ardiendo desde la madrugada - Respondió la bestia acertando mis pensamientos

Suspiré, se me hizo muy injusto continuar llamándola bestia - ¿Como debo llamarte? ¿Fafnir está bien?

-No... Si algún día me llamarón con ese nombre, ahora no siento que sea mío

-Los guardias te llamaron Adora 

-Como quieras, para serte sincera, no me parece tan importante

-Pues tú, pero el nombre es parte de la individualidad de cada ser y nos hace ser únicos, mi nombre es Catra y me gustaría que me llamaras por mi nombre 

-Catra

-¿Si?

-Será mejor que te apures, ya arribaron más guardias a la montaña 

Maldición, me apresuré a comer, aproveché también las raciones de los soldados muertos y tomé una cantimplora para tener agua a mi disposición, pues el río más cercano se encuentra muy lejos, guardé una pierna con el muslo de una liebre en algo que convertí un morral con la capa de uno de los guardias y lo colgué en mi brazo - Vámonos

-¿Adonde?

-Hacia donde se levantó aquella columna

-Bien, volemos

-NO ¿QUE TE PASA? ¿A CASO QUIERES QUE SEPAN A DONDE VAMOS?

-¿Crees que ellos no pueden ver la columna de humo? ¿Pretendes que recorramos esa distancia a pie?

-SI

Resopló molesta, pero aceptó y emprendimos el viaje

Nuestro recorrido siempre fue silencioso y a ella parecía no molestarle ni incomodarla, se mantenía detrás de mí, caminando muy de cerca, tanto, que cuando me detuve se estrelló de frente en mi espalda 

-¿QUIÉN ERES? MUÉSTRATE - Había alcanzado a escuchar una rama quebrarse

-Pensé que no te habías dado cuenta - Dijo Adora

-¿Y porque no me dijiste?

-Estaba probando tus habilidades solamente - Respondió burlona

-Cállate - Una lanza rompió la quietud del bosque

Salté esquivándola antes de que impactara con mi pecho, Adora solo la vio pasar a su lado 

Repentinamente la luz del día se vio opacada por una lluvia de flechas - Moriré

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