De las frías tierras de Fenrir, llegó un batallón especializado que entrenaría a nuestros soldados para utilizar las enormes ballestas traídas para defender nuestro territorio y que serían colocadas en las torres de vigilancia que Adora había ayudado a construir, además, de una gran cantidad de ballestas de disparo múltiple
Como próxima líder, era mi deber saber manejar esas cosas también, por lo que pasé 6 horas en el campo junto con mis hombres, aunque para ser sincera, prefiero la espada y el arco
Una flecha atravesó mi cabello y salió rosando mi mejilla hasta clavarse en un poste Todos volteamos con la guardia arriba para enfrentar a cualquiera que haya querido asesinarme
-Uy, lo siento, estas pinzas no fueron hechas para manipular una ballesta -Scorpia había disparado por error en el momento que sus pinzas destrozaron el arma
Bajé mi espada, relajando a los soldados y regresando a sus actividades - No vuelvas a tomar una, podrías matar a alguien
-Si, otra vez, discúlpame
-Pensé que volverías a tu reino
-Iba a hacerlo, pero vi cuando aquel enorme portal se abrió y llegaron los enormes osos y lobos, jamás había visto algo así ¿Sabes? Si fuera a aquellas tierras, me congelaría y moriría, por lo que no estaba dispuesta a perderme esto
Entonces vagamente recordé tres pequeños sonidos ¿Que serán?
-Mi señora, las ballestas están listas - Notificó el armero de Fenrir
Subí escalón por escalón hasta la cima para contemplar las cuatro enormes ballestas que apuntaban en los cuatro puntos cardinales con rango de movimiento de 45 grados cada una, eran pesadas, pero fáciles de mover por el sistema avanzado que nos ofrecía aquella tierra, además de maravillarme de la asombrosa vista que la altura de dichas torres daba
Scorpia tocó mi hombro -Catra
-¿Si?
-¿Es Adora?
Miré por la ventana del Oeste. Un enorme dragón reposaba en su lugar acostumbrado y entre los cabellos que salían detrás de sus cuernos, tres pequeñas pulgas resaltaban ¡¡MIS CACHORROS!! Aquellos sonidos que recordé son sus pequeños maullidos, por 6 horas o un poco más, no recordé que tenía hijos y ahora mi instinto me decía que debía llegar a ellos a como diera lugar, pero con tan solo ver la altura, mi sentido común me convenció para no hacerlo, a fin de cuentas, se encontraban seguros bajo el cuidado de su madre
-¡ADORAAA! - Ella abrió su ojo y me miró - VE AL CASTILLO, ES HORA DE COMER - Mis cachorros despertaron y comenzaron a llamarme, pero no iba a ir
Dejé que los entrenamientos comenzaran y les abrí camino a los soldados y maestros para regresar al castillo y hacerme cargo de mis bebés
Hilda le pidió a Erick que preparase comida suave para mis pequeños. Mis hijos, al ser crías de un dragón, no sabía cómo iniciarlos en su alimentación, pues la leche ya nos le llenaba completamente, así que decidí seguir la dieta de los lobos, pues Adora opinó dejarlos en el bosque para que cazaran su propia comida, cosa que no iba a hacer
En cuanto entré al castillo, escuché los llamados de mis cachorros, como madre, seguí el sonido hasta nuestra habitación, apenas abrí la puerta y ellos se abalanzaron, casi cayendo de la cama, si no fuera porque su madre reaccionó y los agarró de sus colitas
No los dejé esperar más y me lancé a la cama con ellos, dejando que me recibieran con mordiditas y pequeños rasguñitos que no me hacían daño
Adora se unió al recibimiento y subió encima de mí para atacarme con besos y cosquillas, hasta que Hilda entró con una bandeja en las manos, de la cual emanaba deliciosos aromas, entonces, la atención de mis hijos se fue hacia su niñera, quién ponía los platos y la comida sobre la mesa
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Conquista
FanfictionEsta historia se basa en un mundo dividido en dos. Eternia, que maneja armas tecnológicas con un gran poder armamentista y Etheria, que ve más por el equilibrio entre el pueblo y su entorno, así como la utilización de magia con una ideología pacífic...