Cap 10

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Miré hacia a mi alrededor, las nubes pasaban a nuestro lado y las aves de rapiña esperaban pacientes en las ramas de los árboles y hacia arriba, un largo camino

Invadiríamos la ciudad del Alpha Singer y mi especie, era la adecuada para esta tarea, subíamos por el acantilado, nuestro plan sería más o menos igual al anterior, llegaríamos por la retaguardia mientras Adora los distraería por el frente

Cubiertos por las nubes, nos quedamos al filo del acantilado en espera de la señal

Los caprinos comenzaron a descender de las colinas, los pocos soldados que custodiaban la ciudad se enfilaron y apuntaron sus armas en contra de ellos en espera de que estuvieran a distancia de tiro

El gran dragón dorado llegó volando y se posó frente a la muralla de piedra en el frente y comenzó a acicalar sus alas ante la vista atónita de los soldados

La trompeta de guerra de Singer sonó, subimos con cautela y fuimos avanzando agazapados

Los soldados centraron su atención a los guerreros que bajaban por las laderas al ver que el gran dragón solo se quedaba ahí, sin hacer nada y de la nada, emergimos de entre las entrañas de la ciudad cortando cabezas, clavando espadas y desparramando vísceras al suelo

Un disparo entró por mi hombro, los soldados habían comenzado a reagruparse y a contraatacar

Adora rugió y soltó una ligera llamarada al aire, volviendo a sacar de concentración a los enemigos

Las fuerzas de Singer por fin llegaron a la ciudad y arremetieron con violencia 

Un soldado subió a un caballo y huyó, lo que menos quería era que Eternia se enterara que estábamos recuperando territorio de manera temprana. Me deshice de mi cinturón y espada y solo tomé entre mis dientes una afilada daga; lo seguí a cuatro patas hasta las afueras de la ciudad

Adora lo vio y se acercó a él con pasos juguetones. El pobre soldado detuvo su caballo y bajó para intentar esconderse entre unas rocas, que, al final, no lograban cubrirlo

Le enorme bestia se le quedó mirando, el soldado estiró su mano temeroso y la cercó hasta poder tocarla, el miedo en él fue desapareciendo, hasta que, sin verlo venir, Adora lo partió a la mitad de un mordisco

De la ciudad comenzaron a salir aquellos soldados desertores, Adora los fue aplastando uno a uno como cucarachas

El sonido del cuerno de guerra de Singer sonó anunciando la victoria - ¡¡ADORA!! 

Ella volteó y corrió hacia mí para tomarme entre sus garras y volar a toda velocidad a la siguiente ciudad, donde Saga ya habría invadido

Entramos al territorio de los grandes gatos, enormes extensiones de tierra semidesértica en la que se llevaba a cabo una batalla entre híbridos de leones, chetas, gacela y ñus contra reptilianos, humanos y otras especies de Eternia

Un convoy de alrededor de 18 pesadas máquinas llamadas "tanques" se dirigían a la batalla. Adora giró y cubrió con su fuego aquellas mortales máquinas, haciéndolas explotar 

Tres naves cruzaron a toda velocidad por el cielo dejando tres estelas de humo blanco a su paso. Dispararon en contra de mi ejército, derribando a osos, aquellas municiones habían penetrado la armadura que portaban con gran facilidad

Adora los siguió y movió sus alas, creando ondulaciones de viento, provocándoles violentas turbulencias e inestabilidad, teniendo que reducir la velocidad y quedar a la merced de las fauces de mi imponente aliada  

De entre las nubes, vimos como un batallón rodeaba la ubicación de Saga, seguro es de su conocimiento, que, liquidando a la Alpha, el ejército se sometería. Sin embargo, lo que no saben es que la líder del ejército, soy yo - Fuego

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