Cat 47

38 8 1
                                    

POV Catra

Las llamas morían, el humo cubría el sol naciente y la lluvia de cenizas no paraba, los sonidos chispeantes de las brasas sostenían una sonrisa triunfante en mi rostro mientras el gran dragón zafiro rascaba en los escombros 

El castillo eterno estaba en ruinas, Eternia estaba destruida y el Rey muerto, pero su heredero aún respiraba y con cada exhalación, me insultaba. Saqué mi espada y la puse en su cuello

-NO - Dijo con firme autoridad mi suegro

Adora regresó a mi lado y quitó la espada en mi mano - ¿PORQUÉ NO? - Pregunté con furia y resistiendo las ganas de golpearla, quitarla de mi camino y aniquilar a ese bastardo de mierda

-No es momento

-ESE HIJO DE PUTA Y SU FAMILIA MASACRARON NUESTRO EJÉRCITO, CON MI PADRE AHÍ... Ni siquiera sé si lo encontraremos

Ella me abrazó -Prometo que tendrás su vida y juro que serás quién la cobro, pero no ahora, mi amor, mi papá lo necesita

Ahogué mi llanto, aún no era momento - ¿Para que?

-Aún no acabamos con Eternia

-Randor está muerto, Adora ciertamente ya no existe y tenemos al heredero... la mayor parte ¿Como es que aún no ha terminado esto?

-¿Y la reina? ¿Y toda la guardia imperial? ¿Por qué no defendieron este castillo? Vamos cariño, eres más inteligente

Miré al rededor, castillo hecho cenizas, rey muerto, heredero asegurado, nos habíamos ganado las casas importantes y su ejército estaban de nuestro lado ¿En verdad soy tan idiota? -No lo sé

-El castillo Grayskull

-¿Que?  Son ruinas

-¿Quieres ver?

-Quiero

-Si tu papá está muerto, ahora eres la reina, mí reina, así que toma lo que es tuyo y guía a tu ejército al castillo Grayskull para dar punto final a esta guerra y poder volver a casa

Ella tenía razón, debíamos destruir todo y no dejar nada - Sextus, Octavio...

-Mi señora

-¿A que distancia estamos del Castillo Grayskull?

-A escasas 2 horas, tal vez menos

-¿Como están los soldados?

-Cansados, pero podemos marchar de inmediato

-No, preparen el desayuno y descansen, marcharemos por la tarde 

-Si, mi señora

Los cuernos sonaron y los soldados comenzaron a armar un campamento bajo las órdenes de Cornelio, y la primera carpa que vi levantarse fue la mía, con la bandera de Skogkatt ondeándose con el viento

El gran dragón dejó de rascar en los escombros para proceder a revolcarse en ellas y las cenizas, poniendo ejemplo para su cría, la cual procedió a revolcarse y así como sus cachorros, quienes buscaron un buen montón de cenizas, solo cerré mis ojos e imaginé la dificultad para volver a dejar Liv con su pelaje blanco limpio 

Pero ya no tenía caso, busqué mi tienda, donde ya estaban mis sirvientes arreglando el lugar - Kenia, tengo hambre - Melog se ponía su armadura - ¿Que vas a hacer?

-Haré guardia, ama

-Ordené que el ejército se relajara, así que relájate

Aria comenzó a desabrochar mi armadura y acomodando cada pieza en un maniquí de madera

ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora