Cap 7

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Las aves de rapiña sobrevolaban los cielos, atraídos por el olor a muerte, pendientes a que abandonáramos el campo de batalla para poder aprovechar la carne de los caídos, que, por fortuna, la gran mayoría eran soldados de Luna Brillante

Los generales mayor rango eran mantenidos arrodillados con las manos en sus nucas, totalmente sometidos y a nuestra merced, lo único que nos detenía era aquel bosque que perdía entre su espesor a quien osase entrar

Adora, en su forma original, se quedó justo donde comienza el bosque y comenzó a mover su hocico, tan como si hablara con una persona

El bosque comenzó a hacer ruidos extraños, crujidos de ramas, rechinidos de la madera de los árboles y pequeñas motas lumínicas flotaban - ¿Adora, que sucede?

-Va a dejarnos pasar, pero debemos respetarlo, ordena que no debe ser cortada ni una rama de manera intencional, los frutos están a nuestra disposición, pero no debe haber daño alguno a nuestro paso

Mandé que se acataran las instrucciones de manera estricta, el mismo bosque nos daría paso para llegar hasta el castillo de Angela, aunque mi plan nunca fue atacarla, no podía negar la satisfacción que me daba ver a sus hombres bajo mis pies

Mi gran ejército avanzó, adentrándose en el bosque confiando en Adora, que, según ella, se había comunicado con los espíritus mágicos que aquí viven

Subí a mi caballo y seguí a mis hombres, el silencio que se hizo conforme nos adentrábamos, hacía un ambiente tétrico, haciendo nuestros corazones temer ante la oscuridad apenas alumbrando pequeños halos de luz que entraba por los espacios entre las hojas y ramas de los árboles

Adora subió a mi caballo y me abrazó - Tengo hambre

-Por supuesto, no has comido desde que estamos aquí, nos detendremos y haré que Erick te haga algo

-No, en cuatro horas llegaremos al castillo y podremos asediar a Angela, entonces comeré

-¿Segura?

-Si - Con su mentón, hizo a un lado el cabello que me cubría el cuello y depositó tres besos para luego recargar su mentón en mi hombro e intentar dormir. A mi mente llegaron aquellas palabras suyas proponiéndose y su deseo que yo fuera quién le diera la dicha de ser madre. Puse mi mano sobre la de ella y comencé a acariciarla hasta hacer que ella durmiera

Poco más de cuatro jodidas horas cargando con el peso de Adora me hicieron arrepentirme de haberla dejado dormir

De entre los arbustos espesos, pude observar el castillo de Luna Brillante, hermosamente construido sobre un risco, a sus pies un río alimentando un enorme lago y en medio de éste, una alta columna sosteniendo la base donde se encuentra la gema que daba los poderes mágicos a Angela y su hija brillosa. En las tierras circundantes distinguí tres banderas y una en especial que me hizo sentir un tanto ofendida

Con tan solo una señal con mi mano, ordené que rodearan el campamento que rodeaba el castillo

Esperé pacientemente hasta que mis hombres tomaron sus posiciones y un aullido me indicó que estaban listos - Adora... Adora

-Mhm

-¿Estás lista?

-No

-Tss... - Desenvainé mi espada - ¡¡ATAQUEN!! - Salí del bosque a todo galope y detrás de mí, todo el ejército que Saga había llevado

Enormes osos blancos con grandes colmillos y armaduras pesadas, lobos sosteniendo espadas brillantes, tigres majestuosos con afiladas garras, felinos ágiles con garras asesinas y más, se abalanzaron en contra del campamento enemigo tomándolos por sorpresa

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