Cap 5

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-Buenos días, señorita, ya es de mañana

Una de las sirvientes entró a la habitación y abrió las cortinas, ante la luz repentina, me cubrí con las cobijas, que, ya en conciencia, se sentían frías, estiré mi mano en busca de mi fuente de calor, pero no había nada

Me senté repentinamente y la busqué por la habitación con la mirada -¿Donde está?

-Salió 

-¿A DONDE? - Ella apunto por la ventana, salté fuera de la cama y miré; muy a lo lejos, del otro lado de las murallas pude distinguir la inconfundible figura de un enorme dragón dorado juguetean con la nieve, me vi corrida, echada a patadas y una amenaza de muerte vitalicia - ¿Podrías prepararme el baño? - Total, si van a correrme, que sea después de disfrutar por última vez el lujo

Tomé un largo baño con agua calentita y burbujas, shampoo caro y una loción de flor de naranjo que siempre me ha encantado

Al salir del cuarto de baño, en la cama estaba extendido un hermoso conjunto abrigador y una capa de piel blanca y dorado

-¿Gusta que le ayude a vestirse?

A si, ya recordé lo que perdí cuando mi compromiso se deshizo - Si, por favor - Me dejé mimar, aquella chica de servicio secó mi pelaje con cuidado y aplicó un hidratante para dejarlo suave y brillante

Me ayudó a ponerme el maravilloso y cálido traje negro y rojo, así como la capa - Que buen gusto tiene la señora Adora 

-¿Adora?

-Si, ella me dio el conjunto para dárselo 

Dioses, creí que Saga lo había enviado ¿Como lo habrá hecho? ¿De dónde se lo habrá robado? Lo que me faltaba, me miré al espero ¿Que más da? Se me ve espectacular 

Salí con la chica de servicio detrás de mí, comprendí que había sido asignada como mi dama de compañía, no te acostumbres, no te acostumbres, no te acostumbres, me repetí - ¿Cual es tu nombre?

-Hilda, mi señora

 - ¿Puedes prepararme un café?

-De hecho, la señora Helena la espera 

Mi corazón latió rápidamente ¿Para que me querrá? ¿Sabe lo que hubo entre su esposa y yo? Dejé que Hilda me guiara hasta un jardín, donde ella disfrutaba de la nieve - Buen día

-Hola Catra, buen día ¿Café?

-Por favor

Nos dirigimos a una sala de estar, donde el servicio ya nos tenía el café, fruta y pastelitos - ¿Sabes dónde está Adora?

Internamente lancé un grito horrorizada y llena de pánico, pero debía conservar la compostura - No...

-Saga...

-SI ROMPIÓ ALGO LO PAGAREMOS O SI SE COMIÓ LO QUE NO DEBÍA

-¿De que hablas? Saga retó a Adora, le dijo que su tamaño como dragón no le servía para cazar liebres y tu conoces a Saga, excelente guerrera, pero no sabe cazar y las reté, la primera que traiga 10 liebres vivas, gana

-¿Que gana?

-Nada - Mente maquiavélica, me gusta - ¿Quieres ir a burlarte un poco?

-Por supuesto que si

-Alisten los caballos

Su dama de compañía le ayudó a colocarse su abrigo e Hilda llegó con el mío, el que me había regalado Adora en un principio

Fuera del castillo, ya estaban listos dos hermosos caballos con crin rizado, enormes y musculosos, mucho más de los que hay en mi territorio

En cuanto subimos, acomodaron nuestras ropas para que no se maltrataran y hasta entonces, dimos marcha hasta las afueras de la ciudad

ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora