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La noche antes de año nuevo (parte III)

31 de Diciembre de 2022.

8:20 PM.

—Bienvenido, señor Tozcano.

El chico que esperaba en la puerta le dio la mano a Maximiliano. Vestía con traje: camisa azul, pantalones negros, corbata negra (bien puesta), saco gris. Claramente yo era el único que se veía ridículo.

—Hola, Chopie —saludó Paula al chico que aparentemente era Chopie.

Él volteó a verla, los ojos le brillaron aunque fuera irónico. Lo podía ver a través de esos lentes que traía. Eso me disgustó.

—Paula, me da gusto verte —extendió la mano y Paula la tomó. Lo que pretendía ser un apretón de manos terminó siendo un beso de mano—. Hermosa como de costumbre.

—Tu sigues igual que siempre —entornó los ojos he hizo una mueca—, pero... más feo.

No sé que fue peor, que este tipo le haya besado la mano a Paula o que le haya dicho que es hermosa. ¡O sea, claro que ella es hermosa, pero solo yo podía decirlo! ¿Qué le pasa?

En medio del saludo, Maximiliano habló.

—Paula, preséntale nuestro invitado especial a Sharon —le dijo a su hija—. Yo iré a saludar a los invitados.

Quedamos solo Paula, el tal Sharon y yo. No sabía porque me había llamado invitado especial pero sonó bien.

—¿Desde cuándo te recoges el cabello? —inquirió Sharon con sumo interés—. Te gusta suelto, ¿no?

—Me gusta así —respondió y se tocó un mechón

—Yo opino que te ves mejor si lo dejas suelto.

—Yo opino que se ve muy bien como decida tenerlo —hablé, tajante, seco e indiferente.

No me gustaba que le dijera cómo se veía mejor, ni que la mirara de esa manera. Su forma de mirarla lo delata y su técnica de sonreír a todo lo que decía Paula mucho más. Me acerqué a Paula y tomé su mano otra vez.

—Recogido o suelto, te ves increíble.

Sonrió apenada y eso me hizo hice lo mismo. Tenía unos ojos que atrapan a cualquiera, esos ojos me hipnotizaron tantas veces y lo seguían haciendo. Me resultaba impresionante que ellos me miraran, quería que me miraran siempre, que no se fijaran en nadie más que no fuera yo. Los quería solo para mí.

Paula apretó su mano contra la mía, fue como una señal, como su forma de decir: «Gracias».

Se dirigió a Sharon.

—Cho... Sharon —se corrigió—. Él es...

No terminó de presentarme porque la interrumpí.

—Heidren. Solo Heidren.

Levemente entornó los ojos, volvió a poner esa estúpida cara y esa sonrisa de inocencia que no tragaba.

—Hola, "Solo Heidren" —extendió la mano. Dudé en tomarla pero al final lo hice—. No sabía que Paula tenía... —miró a Paula y esta me observó.

—¡Ah! Heidren es... —no pudo continuar.

Su vista quedó fija en mi, pero no me veía. Era como si buscara la palabra adecuada para definir lo que yo era en ese momento para ella. Fue incómodo, mucho, pero lo entendí y era verdad.

«¿Qué éramos?»

Si lo piensan un poco yo solo era el que estaba enamorado, ella era la chica que aceptó intentar enamorarse de mí. Dijo que siente algo por mi pero ese algo tampoco estaba definido y aunque no quisiese, solo existe un término que nos definía en ese instante, y por mucho que lo quería cambiar, esa era la verdad.

HEIDREN [Iguales: 1] (Completa ✓) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora