Escuche el resonar de los pasos de Albert al pasar por mi alcoba, contrario a mis expectativas, estos no dudaron al estar frente a mi puerta, parecía muy apurado por llegar a la suya.
Quizás asume que ya me dormí, no lo sé; pero esprare que pase un tiempo prudente para que todos estén dormidos, iré a verlo...
Una vez la mansión se sumo en el silencio, calce mis pies y me puse un suéter por encima de mi ropa de cama; después de comprobar que no se ven luces en las ventanas de los otros balcones y que todo parece que está a mi favor, me deslizó.- deslizar es un decir, ya que tuve que saltar.- al balcón de Albert, casi me muero al pensar que tenía que tocar su ventana, ya que por un momento pensé que la puerta del balcón estaba cerrada con llave, ni bien entré, escuché la voz de mi rubio algo enojado, algo que no me lo esperaba.
- Candy que haces aquí? te pedí que evitarás venir a mi alcoba a estas horas.
- Buenas noches amor" para ti también."
- Candy, he tenido un día muy pesado y estresante, podrías decirme el porque estas aquí? Yo pensaba ir a verte en...
- En la mañana?.. si te queda tiempo quizás?...Albert; también tuve un día pésimo, cansado, me esforcé mucho para concentrarme y no estar toda mañana muerta de celos, por tu salida con la señorita perfecta y cuando pense que no podía ser mas agobiante la espera, veo a Iona estar muy contenta y pidiendome concejos para conquistarte, te imaginas? Consejos a mi, puedes creerlo? lo único que esperaba era verte en la cena, pero supongo que tuviste algo muy importante que hacer y no asististe, por eso vine a verte a esta hora, porque quería saber que piensas, como te fue y si me extrañaste como yo a ti, pero parece que... no importa, disculpe usted por importunarlo.- digo esto mientras corro echa una furia hacía el balcón y regresar a mi alcoba, de la cuál no debí salir, no me detuve aún cuando escuche mi nombre, un salto y ya estaba de regreso, regañandome, por ser tan impulsiva y hacer las cosas que no debo, me voltee para cerrar la ventana de mi balcón y estuve a nada de darle en la nariz a mi rubio con esta.
- Pero que haces aquí?
- Primero déjame entrar, que alguien me va a ver, hablamos dentro.
Una vez que estuvo dentro, cerró las puertas del balcón, luego se volteó y me miró de una forma que me hizo sentir como una niña que acaba de hacer un berrinche.
- Candy, tienes que evitar de ser tan impulsiva, debiste dejarme terminar la frase, hubieses sabido que quería decirte; primero que nada déjame decirte que también te extrañe y mucho.
- Pues no parece.- cruzo mis brazos y le doy una mirada despectiva mientras giro para no verlo. -
- No me crees pequeña?- sus brazos rodean mi cuerpo desde atrás y el calor de su cuerpo se impregna en el mío, mientras su respiración lenta me da cosquillas en la nuca al hablar tan cerca mío.- que puedo hacer para convencerte?
- Albert, que haces? mientras trato de girarme en sus brazos.
- No! quédate así sólo un momento; extrañe tu olor y calor, fue un día muy ocupado y demandante, sólo quería correr a tu lado y encontrar sosiego en tus brazos, pero hay normas que seguir, por eso pensé en despertarte temprano y salir a caminar por los jardines, para luego desayunar fuera, sólo los dos, sin nadie de por medio, que no nos deje conversar o ser nosotros mismos, después enviarte para tus clases en lo que yo me iba al trabajo con George. Asumí que ya estabas durmiendo pequeña, entiendo como te sentiste, yo mismo estaría así, pero cariño.- dice esto último mientras me gira en sus brazos y me mira con esos ojos azules que tanto me gustan.- debes de dejar ser tan impulsiva, confía en mí, como yo lo hago contigo, estás son pequeñeces comparado a todo lo que se viene, necesito saber que estarás ahi y creerás en mi, bajo cualquier situación, lo entiendes verdad?
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Nada es lo que parece
Fanfictionuna historia llena, de revelaciones; dudas donde hay que llevarnos del corazón y no de lo que parece.