3 de octubre de 2013

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Dylan me visitó de nuevo. Se quedó conmigo toda la tarde, viendo series y hablando sobre banalidades. Me preguntó cómo me sentía varias veces, como para estar seguro.

¿Ves, Chase? Él no me pregunta si estoy bien. Sabe que no lo estoy y no quiere oír mentiras.

Y nosotros solo nos servíamos engaños en bandeja de plata.


* * * * *


—Emma... Déjame entrar, por favor.

—No. Solo... Solo vete.

—Por lo que fuimos...

Te gusta usar esa carta. Te gusta escarbar en la herida, ¿no?

A mí me gusta tenerte lejos.

Lejos de mi mente y de mi cuerpo.

Pero tú no lo comprendiste o no quisiste comprenderlo.

Tus labios buscaron los míos y yo volé en pedazos. Clavé mis uñas en la piel que había quedado a mi alcance y te empujé en un intento fútil por apartarte. No te apartaste.

Y sobrevino el pánico.


* * * * *


Las horas no pasan. Se quedaron estancadas al caer la noche y se envolvieron a mi alrededor, tomándome como presa.

Me doy cuenta de lo débil que soy. De lo frágil y endeble. Me doy cuenta de muchas cosas que pretendí ocultar. Pero todo sale a la luz, tarde o temprano.

En mi caso, siempre es tarde.

De tu ex, con amor (Emma & Chase #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora