¡Casting para ser mi novio por una noche!
Una boda cumplió con nuestra unión y tan rápido como sale la luz de día empezamos a hablar más de lo normal, tanto así que mi foto se convirtió en tu fondo de pantalla. Al principio no sabía ni que pensar, d...
El estadio estaba completamente lleno, era increíble escuchar a la gente corear el nombre de los cantantes que se hacían presente.
Estaba tras vestidores con mi Rivs, al igual que producción y Mariana. Nuestra amiga nos había pedido que seamos su esquina y la verdad yo estaba muy feliz.
Anunciaron la pelea de Samy y entramos, la canción "The final Countdwon" se hizo presente y la rubia se adelantó saliendo primero, atrás de ella íbamos todos juntos con Ronny que levantaba la bandera de México.
Después de unos largos minutos, la pelea había acabado...
Había sido increíble, grité demasiado, pero mi voz ya no daba para más después del concierto que tuve el día anterior.
Anunciaron a los ganadores y el enojo se acumuló en mi cuerpo.
Sam se acercó a nosotros con cara seria y la abracé.
—La Rivers ha ganado — anuncio Sergio.
Me acerqué a él y le pedí el micrófono.
—Préstame un rato el micrófono — pedí a Ari— Felicidades Marina, pero todos sabemos que la ganadora fue Rivers, este fue el robo del año duela a quien le duela — la gente empezó a aplaudir — ¡Puro pinche Rivers a la verga!
Mire a mi mejor amiga que solo reía y le devolvi el micrófono.
—Vámonos de aquí — dije para los chicos y salimos.
La gente de alrededor gritan cosas positivas para Samy.
—Tu sabes que ganaste — hablé para ella mientras íbamos a los camerinos — Todos sabemos que tú la rompiste — Sam solo asentía — Tu y yo sabemos porque le dieron ese cinturón a ella.
La volví a abrazar dándole palabras de aliento.
Sabía que estaba enojada, todos lo estábamos, había sido demasiado injusto.
Me dedique a pasarla con Rivs, sobre todo para que calmara su enojo para la siguiente pelea.
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Dos horas después, nuevo combate y se revelo a La Elegida, Samy Rivera, el estadio exploto a gritos al volverla a ver.
Estaba vez Ama se nos unió junto a Ari para apoyar a Sam.
La pelea fue increíble, pero era claro que ganó Sam.
Mayichi fue muy linda al darle unas palabras.
Ama y yo mirábamos con orgullo el momento, ella se merece tanto ese cinturón.
Entre todos la felicitamos, Valdo había hasta llorado.
Salimos del lugar para juntarnos con nuestros amigos que nos esperaban en la zona vip.
Desde ahí pude disfrutar el show, pero aún con cierto enfado. La noche se volvió joven y estuvimos hasta casi seis de la mañana en joda, como dicen los argentinos.
[...]
Como se notaba que era verano otra vez...
Diez de la noche y aún sigue de día, Ivan y yo habíamos quedado en ir por un helado antes de volver cada uno a casa.
Por Madrid iban nuestras sombras juntas agarradas de la mano caminando sin un rumbo definido, esperando encontrar algún puesto de helados.
Estaba usando una camisa de él con unos shorts por el calor que hacía.
Encontramos un pequeño local algo retirado de la multitud, el cual era perfecto, ordenamos nuestros helados y nos sentamos en una mesa de madera.
—No quiero volver a mi casa — comentó Ivan antes de llevar un poco de helado a su boca.
—¿Por qué? — pregunté.
—Porque en mi casa ya no estoy contigo — tomó mi mano y la acaricio — ¿Sabes que es mi cosa favorita?
—¿Qué cosa?
—Tu pecho como almohada, estar con las cortinas cerradas y despertar solos tu y yo.
—¿Quieres saber el mío? — el chico asintió — Estar contigo noche y día, así con las calles vacías y sentir que no me falta nada.
Ivan inclino levemente su rostro y me miró con una sonrisa cerrada y las mejillas de color carmesí.
—Tengo que contarte algo — anuncié.
—Dime, amor.
—Te tengo una sorpresa — agarre mi bolso y saque mi viaje de avión, enseñándoselo.
Ivan lo analizo y luego levantó su cabeza mirándome sorprendido.
—¿Argentina?, ¿Para cuándo es? — interrogo.
—Para hoy, me voy contigo — sonreí — ¿Recuerdas que te dije que no podía venir esa primera semana acá a España? — sintió — Ya prepare todos los papeles y me encargue de dejar todas mis cosas en tu casa.
—¿Qué?, Entonces... ¿Te vas a mudar conmigo? — asentí varias veces con una gran sonrisa.
El argentino se levantó de su asiento y me abrazo.
—Dios, gracias, amor — beso mi mejilla — de verdad, no sabes lo feliz que me hace saber que estaré contigo siempre.
—Te lo prometí.
—Estoy tan feliz — se alejó sin dejar de tomar mis manos — Te amo.
Sabía la ilusión que le provocaba esto de vivir juntos, nunca había experimentado tanto cariño como el que me daba Ivan todos los días.
Estaba completamente enamorada de él.
—Yo te amo más, pero mejor comamos rápido que en un rayo tenemos un avión que tomar.
