𝐍𝐎𝐕𝐈𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 ll Spreen

14. Celos

Los días pasaban y por fin se armó el plan para ir de fiesta con los chicos.

Hablaban de un gran lugar llamado La Bresh, donde solían reunirse la mayoría de los famosos o algo así entendí, la verdad yo estaba más emocionada por salir a pistear.

—Hace tiempo no salía de fiesta — confesé para Flor.

Estábamos reunidos afuera del local, los chicos esperaban a otro amigo de ellos.

—¿Por qué? — preguntó la chica.

Me vi interrumpía por un chico que se aproximó al grupo saludando.

—¡Hola!

Era un chico de cabello blanco, con gorra, tenía varios tatuajes.

Saludo a los chicos y luego se acercó a nosotras.

—Flor — le dio un beso en la mejilla.

Sus ojos se posaron en mí y le sonreí, este me miró de arriba a abajo.

—¿Y a quien tenemos aquí?, ¿Es tu amiga? — le pregunto a la chica junto a mí.

—Si.

—Mucho gusto, Lit Killah — mencionó mientras tomaba mi mano y dejaba un beso en esta — Soy cantante.

—Y también es Streamer — comentó Flor.

—De seguro alguna vez escuchaste de mí.

Lo pensé un poco.

—Lo lamento, tal vez escuche algunas de tus canciones inconscientemente — intente suavizar la situación por mi respuesta tan directa.

—No pasa nada — río un poco — ¿Puedo saber tu nombre?

—Claro, que descortés de mi parte no presentarme, soy Juliet.

—Un hermoso nombre para una hermosa chica — se acercó un poco más a mí.

No sabía en qué momento Ivan apareció, pasó por en medio de su amigo y yo, aclarándose la garganta.

Paso una de sus brazos por mis hombros apagándome a su cuerpo.

—Mauro, veo que ya conociste a mi novia, Juli — comentó el de rulos y sonreí.

—¿Tú novia? — cuestionó el otro chico.

—Sí, vino desde México para verme, ¿No es ella tan hermosa?

—Sí, es muy linda — contestó el chico — Tenes suerte, no deberías de descuidarla.

—Gracias por el consejo innecesario.

Ivan se estaba acercado al chico y me interpuse.

—¿Por qué mejor no vamos entrando? — opiné.

—Sí, es una buena idea — me apoyo Flor.

Todos ingresaron a excepción de Ivan y yo.

—¿Qué haces? — cuestione.

—Es que míralo, me pone los nervios de punta — se quejó — Te estaba chamuyando frente a mí, es un hijo de...

—Ya — lo corte — No tienes que ponerte celoso.

—¿Yo qué? — río fuertemente como si de un chiste se tratara —¿Celoso?, nah, no, no lo estoy.

—Bueno, si tú lo dices... creo que iré a hablar con tu nuevo amigo.

Me di media vuelta y entre al lugar.

—Juls no puedes hacerme esto — mencionó mientras me seguía por el pasillo.