Puede que si sea lo mejor

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Maratón

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Estoy tratando de salir de los brazos de Camila, aun no entiendo como su cuerpo pequeño logra encerrarme solo para ella. Es un poco loco y algo extremista pero lo ha logrado, ahora me encuentro aquí con una erección mañanera y el cuerpo de ella enrollado en todo mi cuerpo y no me molesta.

Me comienzo a mover poco a poco hasta sacar como puedo mi cuerpo del de ella, cuando caigo al suelo como puedo me levanto rápidamente y me quedo viendo como ella está tocando el espacio caliente que había dejado yo, bajo una almohada con la mayor sutileza de que no me sienta y la veo abrazarla con sus piernas como si dependiera de ello.

Cuando me dispuse a no tener cuarto de invitados, es por ello, porque no tenía nunca un invitado en casa, ósea es lo lógico, pero ahora tengo a Camila aquí la mayoría del tiempo, no es que me moleste, pero no sé si ella se sienta cómoda del todo despertando junto a mí, aunque hasta ahora no le he visto dar muchos problemas, ni un mal comentario al momento de acostarse en mi cama y es más, creo que me busca toda la noche con la idea de abrazarme todo lo que pueda, no creo que eso se sobre entienda a que no le agrade dormir conmigo.

Incluso la he encontrado con su nariz rozando mi cuello inconsciente o eso quiero creer porque no creo que ella lo haga habitualmente si estuviéramos muy juntas.

Anoche después de comer le ayude a limpiar todo, ella ya había traído nuestra comida así que lo mínimo que podía hacer era poder limpiar y no dejarle todo el paquete a ella sola. Pero aun así durante todo el rato que estuve cenando junto a ella recordé el abrazo que habíamos vivido, no soy una persona de abrazar, pero el solo hecho de querer tenerla en mis brazos fue sumamente difícil de dejar pasar, es como si mi cuerpo actuó tan solo que me fue difícil detener mis pasos cuando ya la tenía en mis brazos. Su reacción fue incluso más de lo que logre imaginar, no pensé que respondiera tan dispuesta a mantenerme en sus brazos, fue una grata sorpresa.

Camino hacia el baño del pasillo para no hacer mucho ruido, pero soy interceptada por un pequeño canino en crecimiento que viene sonando su cascabel hasta mis pies, lo alzo y dejo un beso en su cabecita suave, luego al bajarlo corre efusivamente hacia la sala y yo entro al baño.

Me detengo un segundo como hice aquella noche y veo las marcas en mi cuerpo. Decido mirarme un instante antes de tomar mi cepillo de diente y comenzar toda esa rutina mañanera que uno realiza constantemente ¿Cuándo se lo deberé contar? Mis brazos se afincan al lavabo mientras mi cabeza se agacha, no creo que lo deba contar todo pero un poco cada que mi mente, cerebro y mi propio ser pueda, lo haré. Quizás no sea mucho pero algo es algo y más si proviene naturalmente de mí.

Recuerdo cuando le conté de mi condición, ella no pregunto ni indago más de lo que yo le dije, solo me dejo desahogarme durante unos instantes y recolecto esa información. Ella me deja ser y no puedo estar más agradecida con su persona.

Salgo del baño luego de unos minutos y voy de camino a la cocina cuando detengo mis pasos un instante, decido cambiar de dirección para ir en silencio a la habitación y cuando me asomo Camila aún está durmiendo, debe ser porque la última vez su madre nos llamó y siempre nos despierta. Pero como no ha llamado no se ha levantado así que me da el tiempo necesario para poder prepararle el desayuno, ella siempre está haciendo la comida cuando viene, y si hoy decido cocinar debería hacer todo ¿No? Bueno creo que sí, sería lo correcto que ella me ayude solo lo necesario y cuando ella decida hacerlo. Pero no mucho, porque si no se le antojara hacer de todo en la cocina.

Llego a la cocina y lo primero que busco el colocar el sartén sobre el fuego de la estufa, busco en la alacena unos pan de sándwich para prepararle unas tostadas, las introduzco y bajo la pequeña palanquita, busco en la nevera la tocineta que mando la madre de Camila aquel día y saco por lo menos seis trozos para colocarlos en el sartén. Busco dos huevos y los coloco a un costado mientras termino de cocinar el tocino, veo como las tostadas saltan, alzo mis brazos buscando un par de platos y en uno de ellos coloco las dos primeras tostadas mientras voy colocando las otras dos en la tostadora.

Toc.. Toc... (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora