capítulo 48

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Nayla Saavedra;

Nayla Saavedra;

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Diez minutos. Sólo diez minutos más y seremos campeones de La Liga.

Cornellà está a reventar, los pericos notan como poco a poco se les acaba el tiempo y el conjunto azuliblanco no es capaz de remontar el partido.

Jules marcó el cuarto para nosotros cuando empezó casi la segunda parte, mientras que Javi Puado acaba de meter el primero para el conjunto perico en el minuto 73.

4-1 y solo diez minutos más y el tiempo de añadido. La victoria es prácticamente inevitable y la adrenalina me acelera el cuerpo mientras escucho como la peña barcelonista canta Un día de partit en la grada visitante.

—Un dia de partit, al Gol Nord vaig anar.
Només entrar a la Grada. Em vaig enamorar. El cor em bategava,
no em preguntis perquè. Del Barça sóc supporter, sempre t'animaré. Alé, alé, aléeeee... Alé, alé, aléeeeeeee...—cantamos con el resto poniéndonos de pié y saltando.

—Sale Pedri.—me avisa Aida a mi lado haciendo que me fije en mi novio que está saliendo por Kessié.

La equipación amarilla con rayas rojas en el pecho le queda demasiado bien mientras sale del campo aplaudiendo a la afición mientras camina hacia el banquillo con el pelo pegado a la frente a causa del sudor.

Añaden dos minutos más cuando el reloj alcanza el minuto 90. El vestuario culé lo empieza a celebrar.

Minuto 92 y Joselu marca el segundo, pero ya es demasiado tarde y el árbitro da finalizado el partido con el sonido del silbato. Todos los del banquillo corren con el resto de sus compañeros para abrazarse mientras nosotros nos levantamos de nuestros asientos también para celebrar la victoria.

Somos campeones de La Liga cuando aún quedan 4 jornadas, es que aún no me lo creo...

—¡Dios tía. Que han ganado!—me grita Aida emocionada a mi lado mientras me abraza por los hombros y ambas saltamos emocionadas. —Que contenta de verdad.

—Yo estoy que aún no me lo creo, te lo juro.—le digo con una sonrisa de oreja a oreja mientras vemos como todos los chicos hacen un corro en medio del campo mientras celebran.

De un momento a otro varios aficionados del Espanyol saltan al campo en un intento de invasión y los nuestros se tienen que meter en vestuarios cagando leches. No ha pasado nada y la situación está controlada por la seguridad, pero eso no justifica la invasión al campo en intento de agresión al conjunto culé.
Al ver cómo está la situación decidimos esperar un rato para bajar a vestuarios y que el ambiente se calme un poco. Mientras que los nuestros no paran de celebrar en la grada visitante el resto de la afición perica se ha vuelto loca.

RENDICIÓN ; pedri gonzález. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora