Rendición: Acción de rendir o rendirse a algo o a alguien.
Es un placer inigualable rendirse completamente a otro ser humano con la seguridad de que no te va a dañar.
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Ser la mejor...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
___
—Tía, estoy que me muero.—dice Aida emocionada mientras nos bajamos del taxi.
—¿De cansancio o de emoción?—pregunto yo con una sonrisa burlona mientras arrastro mi maleta.—Porque yo te juro que me muero de sueño.
—Pues te jodes, haber dormido más en el avión.—me dice ella cogiendome de gancho. —Ay, estoy súper emocionada, en la vida pensé que íbamos a estar en Catar viendo el puto Mundial.
Dilo reina, porque yo tampoco me lo acabo de creer.
Estábamos a día 23 de noviembre y acabábamos de llegar a Doha después de demasiadas horas de vuelo. España ya había jugado el amistoso contra Jordania hacia unos días y había ganado y justo en el día de hoy se enfrentaría al primer partido de fase de grupos jugando contra Costa Rica, así que aquí estábamos, la loca de mi mejor amiga y yo llegando con nuestras maletas a nuestro hotel en Doha apenas a las diez de la mañana.
Pedri no sabía que iba a llegar hoy, le había dicho que llegaría el día de su cumple y que no llegaría a tiempo para verlo jugar contra Costa Rica. Sé perfectamente que le hace demasiada ilusión que lo venga a ver jugar, el pobre está demasiado nervioso por lo que he deducido en nuestras conversaciones por llamada casi todas las noches. El resto de personas si que estaban informados del asunto y gracias a ellos, pero sobre todo a Sira, había conseguido las entradas para el partido de hoy en zona bastante buena, al tener a su padre como seleccionador pues habia ciertos privilegios.
—Tía, me muero por cambiarme.—dice Aida dándose aire mientras entramos al hotel. —Hace un calor de dos pares de huevos.
—Ahora nos cambiamos, hay que esperar a Auro que no se donde cojones está y es ella la que tiene las tarjetas de la habitación.—digo mirando mi móvil a ver si tengo alguna noticia sobre la mayor de los Paéz.
Belén, Pablo y Auro habían llegado el lunes a Doha y ya estaban instalados en el hotel. La verdad es que habían tenido el detallazo de pillarnos una habitación en su mismo hotel con antelación, ya que al ser el Mundial estaba todo demasiado solicitado e iba a estar fastidiado pillar algo decente en el último momento, ya los vuelos nos habían costado la pila.
—¡Perdón por tardar, no había escuchado el móvil!—escucho la voz de Auro llegando a nosotras. —¡Ay, que guapas estáis, coño!—dice contenta mientras nos abraza a las dos.
—Tú si que estás guapa tía, nosotras damos asco que llevamos mil horas encerradas en el avión.—digo yo riéndome mientras le devuelvo el abrazo. —¿Que tal todo?
—Pues súper bien, hemos aprovechado estos tres dias para hacer un poco de turismo antes de los partidos.—explica ella. —Y aquí tenéis las tarjetas de la habitación, estamos todos en la misma planta así que no tenemos problema.—dice contenta.
