NARRADOR OMNISCIENTE.
REALIDAD.
—Estás pensativa esta noche —susurró Jae-Beom, con una sonrisa dirigida a Jennie—. ¿Es por algo?
—Eh... no —negó formando una dura sonrisa—, sólo que... hay mucha gente aquí, pero me siento bien.
—¿Y eso te molesta?, podemos salir, y caminar, Jennie, no tengo problema –tomó a mano de Jennie entre las suyas.
Pero la castaña por primera vez en toda la noche, se negó al tacto. Buscó a Lisa, asegurándose de que la pelinegra no haya visto aquel acto. No obstante, Lisa lo vio, y su único gesto fue una mueca de desagrado.
—No es... ¿puedo hacerlo sola? —preguntó con algo de incomodidad.
—Por supuesto, pero sabes que me puedes decir cualquier cosa —insistió Jae.
—Entiendo. Con permiso.
Caminó a paso seguro hasta la puerta, no sin antes dedicarle una mirada a Lisa. Dos chicas que parecían comunicarse a través de ello, que sus miradas decían más que las palabras. La tailandesa no tardó en zafarse de todas esas personas, y a paso apresurado, sin ser notada por muchos.
Ni por su esposo, el cual estaba inmerso en conversaciones con otras personas, tratando de olvidar lo que Lisa le había dicho, y dándole tiempo para que se piense las cosas. Lisa esquivó a las personas, y al estar fuera del lugar, miró a los lados, buscando rastros de Jennie.
Al no encontrarla, se integró aun más en el hermoso jardín, cual tenía dentro un hermoso laberinto con luces alrededor. Era hermoso, y poco creíble el hecho de que este lugar sea real. La noche le daba el toque que se merecían.
La luna podía guiarte por todo el camino con facilidad. Lisa se remojó los labios, a la espera de encontrar a Jennie.
Y cuando sus ojos capturaron a la castaña, la cual paseaba por aquel hermoso jardín, una pequeña sonrisa se asomó por sus labios.
—Ya es costumbre seguirme, Manobal —se giró hacia Lisa, tomándola por sorpresa—. ¿Qué quiere de mí?
Lisa pasó saliva nerviosa. Frotó sus manos entre sí.
—No sabía que estaba aquí —mintió.
—Sí sabía. Antes de salir me vio —Jennie buscó la mirada de Lisa—. Dígame, ¿qué busca de mí?
¿Podía decirle?, esa era la prgeunta de Lisa.
Decirle que soñó con ella y que desde que despertó no ha podido sacarla de su cabeza, que le pide a la luna que revele toda la verdad. Lisa sabía que detrás de ese sueño se escondía algo más.
Nunca creyó en las almas gemelas, ni mucho menos en las casualidades, para ella todo lo que ocurría tenía un porqué y un para qué. Todas las personas que llegabana tu vida tenía un principio y un final; así ese final sea la muerte.
Y eso parecía estarle ocurriendo con Jennie. Lisa sabía que Jennie no había llegado a su vida solo para ser un personaje más, sino que algo la trajo hasta donde están ahora. El cabello de la castaña se interponía entre su rostro debido al viento. Lisa podía visualizarla como la mujer más hermosa que se había cruzado por su camino.
Y por sus sueños.
—No busco nada. ¿No podemos ser amigas? —preguntó Lisa, avanzando un poco más hacia la castaña—. No veo nada de malo en eso.
ESTÁS LEYENDO
Both (Jenlisa)
RomanceDos realidades. Dos Mundos. Al momento de despertar nada es lo mismo, tienes una vida de ensueño pero no eres feliz. Y al otro lado, tienes la vida que más detestas, pero sin poder estar con la persona que amas. Ambos mundos deseando lo que el otro...