NARRADOR OMNISCIENTE.
REALIDAD.
Jennie depositó alguno que otro libro sobre su escritorio. Luego de una larga noche, donde no descansó lo suficiente sino que pensó en las mil y un maneras de remodelar su biblioteca, o en traer nuevos libros. Su noche se definía en hacer eso, o en escribir para poder darle espacio a nuevas ideas.
Esa noche no había sido la excepción. Por lo mismo tanto, su sueño hacía presencia justo cuando ella menos quería dormir. Encerrada en su oficina, la cual estaba situada dentro de la biblioteca, se dejó caer en la silla y cerró los ojos. Maldiciéndose por no haber podido descansar como es debido.
Pero aun así quiera hacerlo, los ojos no cederían, o se despertaría con el mismo cansancio. Porque puede dormir, pero no descansar. Su cuerpo se sentía pesado, tanto o más que sus pestañas. Las cuales en diversas ocasiones hacían el vago intento de cerrarse solas.
Los abrió nuevamente, encontrándose con todos sus diplomas colgados en la pared, una sonrisa pesada se asomó por sus labios. Ahí estaba todo lo que alguna vez quiso y más, pero dentro de su ser, algo le faltaba. Se decía que no era suficiente.
Que quería más. Jennie era ambiciosa.
Algunas veces quería más de lo que podía tener, o superarse a sí misma, lo que múltiples veces la había llevado a no usar la cabeza en diversos negocios. Y los que le habían traído más problemas de los que ella puede decir. Una mirada cautivadora, capaz de poner a cualquier ser humano a sus pies, un color de ojos llamativos, y un rostro angelical.
Digno de una Kim. Padres que la aceptaban, que la querían, y cuidaban sobre todas las cosas. Un pretendiente atractivo, y sin duda alguna, una buena vida. Pero todo eso se iba apagando con el paso de los recuerdos de aquel sueño.
Luego del accidente con aquella moto, su vida cambió. Tenía recuerdos vagos de todo su pasado, y de vez en cuando mezclaba aquel largo sueño, con su pasado, lo que le provocaba fuertes dolores de cabeza, o simplemente, no poder completar sus tareas.
Todavía puede recordar aquella mañana, iba saliendo de su casa, cuando de pronto, una moto vino directo hacia ella, sólo pudo sentir el impacto, lo demás fue un sueño. El cual se sintió tan real, como si aquella chica de pelo oscuro, ojos mieles y bonita sonrisa; la hubiese abrazado, Le hubiese hecho el amor, la hubiese mirado como si su mundo dependiera de ella.
Y lo que era más incrédulo para Jennie, es saber que se encontró con el mismo rostro. Parte de su falta de sueño se debió a eso.
A sus pensamientos mezclados, y a esa chica. Porque no pudo dejar de pensarla, se dijo a sí misma que seguro era una ilusión o efectos secundarios del accidente, pero no. Eso era real.
—Lisa —musitó por lo bajo—. Así es su nombre.
Negó repetidas veces y soltó el aire contenido en sus pulmones. Olvidó ese sueño y puso toda su concetración en los papeles frente a ella, los cuales eran o más bien, parecían infinitos.
Por otro lado, Lisa conducía con Rosé a su lado, En dirección a la misma biblioteca que tuvo el incidente con Jennie. Rosé iba parloteando a su lado, pero Lisa de dedicaba a mirar la carretera. Pero eso no le quitaba lo pensativa. Una mirada por el retrovisor fue suficiente para capturar a los libros, los cuales iban envuelto en forma de regalo.
Preguntándose que hacía, y el porqué le ponía tanta importancia a algo que en otro momento le hubiese importado poco o menos; siguió conduciendo.
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Both (Jenlisa)
RomanceDos realidades. Dos Mundos. Al momento de despertar nada es lo mismo, tienes una vida de ensueño pero no eres feliz. Y al otro lado, tienes la vida que más detestas, pero sin poder estar con la persona que amas. Ambos mundos deseando lo que el otro...