NARRADOR OMNISCIENTE.
REALIDAD.
Regresar al pasado siempre será un dolor para todos, lo peor de todo es que no regresas físicamente sino que lo haces mental; y es ahí donde te arruinas. Donde tu mente repite una y otra vez esa sensación de terror, donde quieres detener al mundo, donde quieres dejar de pensar y para eso siempre las personas quieren encontrar la manera más facil, y al mismo tiempo más difícil.
Querer averiguar el porqué de los sueños, el porque algunas veces quisieras quedarte en ellos, o más bien, conocer a esas personas, las cuales te sonríen tanto, como nunca nadie lo hizo. Ahí se detiene todo.
Se te detiene el mundo. Y despiertas.
Y es ahí cuando te das cuenta de la realidad, que nada es como tu creías, que nada será como tu quieres que sea, y que las personas sólo eran producto de tu imaginación. Que ese primer beso con esa persona no existió, que los sentimientos de felicidad y traición no existieron, que todo fue un tortuoso, y doloroso sueño.
Y que ahora mismo, no es más que un pequeño e insignificante recuerdo.
En el pecho de Lisa se instaló un vacío. Repentino, de añoranza, de necesidad, de esa semilla la cual no crecería para ella. ¿Estaría mal pensar tanto en eso?, se preguntó, después de todo, no era más que un sueño.
Uno el cual tuvo por dos años seguidos. Todo fue un sueño.
No existió. Esa chica jamás llegó a su vida, ni mucho menos la conoció, y tampoco está soltera, está comprometida, no es una chica joven que estudia en la universidad, tampoco es una persona enamorada. Es una persona desgraciada, en un matrimonio pobre de afecto.
Y con carencia de amor.
Sin duda alguna su vida no es ni la cuarta parte de ese sueño. Años en coma para despertar otra vez, pero en una miseria peor.
—No quiero nada, Mingyu, solo déjame estar —respondió la pelinegra.
Lisa había rechazado todo bocado que su esposo había querido posicionar en su boca, debido a que, todo le provocaba las suficientes náuseas como para no querer dejar que algo pasara por su garganta hasta su estómago. Y no tener que echarlo todo por el retrete.
Ya habían pasado dos días desde que despertó, analizando toda situación, y todos los golpes que su cuerpo había recibido de aquel fuerte accidente en la moto. Se arrepentía, debido a que gracias a esa experiencia perdió cosas, debido a esa experiencia estuvo tres años en coma, sin la posibilidad de seguir diseñando y seguir sus sueños. Todo eso se fue al caño.
Y aunque la empresa seguía funcionando, ella no estaba bien. Físicamente estable, pero mentalmente desequilibrada.
Su mente había estado viajando de aquí para allá, en vagos y estúpidos recuerdos que nunca vivió, pero que se sintieron reales. Todo fue falso. Se dijo a sí misma, segura de que el tiempo no podría devolverlo. Y jamás conocería a la chica de su sueño.
—Tienes que comer —propuso aquel—. Mira, estás delgada, Lisa.
—Gracias por decirme lo que yo ya sé —mencionó irritada.
Mirando por la enorme ventana de su habitación, se dedicó a pensar. No quería hacer más que pensar.
Eso hasta que llegara el momento de regresar a casa, y revivir su vida como esposa.
—Lo siento, mi amor —Mingyu pasó sus dedos por el cabello largo de Lisa, seguro de que lograría sacar ese lado afable de su esposa—. Pero estuve tanto tiempo sin ti...
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Both (Jenlisa)
RomansaDos realidades. Dos Mundos. Al momento de despertar nada es lo mismo, tienes una vida de ensueño pero no eres feliz. Y al otro lado, tienes la vida que más detestas, pero sin poder estar con la persona que amas. Ambos mundos deseando lo que el otro...