Capítulo 5

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Cuando llegaron los Weasley fue un alboroto y Draco se despertó sobresaltado. Se levantó y se pegó contra la pared de inmediato mirando a la salida pensando cómo escapar. Le habían visto, por supuesto, pero todos lo ignoraron.

"Oh, Bill", decía una llorosa Señora Weasley mirando a la cara a su primogénito.

"¿Crees que debemos llevarlo a San Mungo?", decía en voz baja el gemelo George a su padre quien miraba con angustia la cara de su hijo.

"No lo sé, está inconsciente. Estoy seguro que el hospital tiene protocolos para esto pero no sé qué tan bueno sea para la salud de Bill movilizarlo en ese estado", dijo susurrante su padre.

"Tranquila, Mamá", dijo Ginny Weasley un poco exasperada y preocupada hacia su madre, "El Sana... el Doctor dijo que está bien, que lo mantienen dormido para que se recupere, pero que solo será cosa de pocos días, no es bueno para tu corazón que te agites así", y le tomó la mano intentando tranquilizarla y se giró hacia su hermano, Percy. "Tráele una infusión de manzanilla, Percy, algo que la tranquilice, no sé qué puedan tener aquí los Muggles que sea bueno para sus nervios", el pelirrojo alto y delgado asintió hacia su hermana y salió de la habitación y Draco intentó escurrirse tras él pero le detuvo una mano que agarró su brazo izquierdo.

"¿Y tú qué haces aquí?", Draco sintió los vellos de su nuca erizarse al notar el tono grave y se giró. El mago, Charlie Weasley, supuso por una cicatriz ya antigua en su mejilla izquierda y la marca de quemadura reciente en su mano, su estatura era menor a la de Bill y tenía un rostro guapo y pecoso; el mago le miraba con cara de pocos amigos. Draco sospechaba que le había reconocido y se encogió atemorizado.

"Yo... yo solo... ya me iba", fue lo que atinó a decir.

Sin embargo, la enfermera amable entró en ese momento y miró a Charlie con mala cara tomando del brazo a Draco que tenía cara de susto, y se dirigió sin vacilar hacia el pelirrojo.

"¿Acaso esa es la forma de tratar a su futuro cuñado?", eso hizo que automáticamente todos en la habitación se giraran hacia Draco y la enfermera con cara de consternación, "Y además, al que le debe la vida el Señor Weasley".

Molly jadeó y Charlie le soltó solo atinando a decir, "Pero... pero..."

"Así es", dijo la Enfermera mirando a Draco con expresión de desear hacer justicia.

"Este joven fue quien cuidó que no atropellaran al Señor Weasley cuando se cayó en plena Avenida y se golpeó la cabeza, el reporte policial indica que evitó que los carros le atropellaran mientras llegaba la policía a atender el caso, y además, es el prometido del Señor Weasley", y miró a Charlie con cara de pocos amigos que aun estaba en frente de Draco como con miedo a dejarlo ir y escaparse.

"¿Prometido?", dijo Ginny, "¡Pero Bill no nos ha dicho que se vaya a casar!"

"Oh, Dios mío", dijo la Señora Weasley como faltándole el aire, "Mi hijo... mi hijo está comprometido con Draco Malfoy y no nos lo ha dicho" y empezó a jadear como si fuera a desmayarse, por lo que Ginny se acercó a atenderle mientras Percy, quien regresó, le tendió la infusión de manzanilla a su hermana y miró a su padre.

"La Poción, Papá", el señor Weasley buscaba frenético entre sus bolsillos mientras un niño de unos cinco años con el cabello azul oscuro halaba la túnica de Charlie y le miraba con ojos suplicantes.

"¿Qué pasa con la Abuela Molly, Tío Charlie?", el pelirrojo miró al niño y lo alzó, le habló mirándole a los ojos con voz serena olvidándose de Draco.

"Está nerviosa, Teddy, no te preocupes, ya sabes que últimamente no se ha sentido muy bien, y está nerviosa por el accidente de Bill, pero no te preocupes, en unos minutos estará como nueva... ¿quieres ir a comprar refrescos en esa máquina Muggle de las chucherías que está en el pasillo?" el niño le miró serio, luego se giró hacia la mujer que respiraba más tranquila atendida por sus dos hijos, y luego asintió a su tío.

Al Ver que DormíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora