Capítulo 7

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Draco estaba en su hora de almuerzo comiendo un sándwich con Loraine mientras le contaba la versión Muggle de su aventura con Bill. Loraine sabía que Draco era un niño rico venido a menos y que había luchado mucho por salir adelante. Draco le había confesado que solía ser una pesadilla de persona de adolescente y que mucha gente de su juventud le odiaba, por eso cuando le contó que Bill era de una de esas familias que odiaban a la suya, y que él y un hermano del pelirrojo se habían peleado durante toda su época escolar, Loraine parecía dividida entre el horror y la curiosidad.

"Oh, Dylan", dijo asombrada, "esto puede salir muy mal para ti. Si ese joven ahora trabaja para el gobierno... oh, no. ¿No intentarás decir la verdad? ¿No sería lo mejor?", dijo Loraine mientras comía su sándwich de queso y jamón pasándole la mostaza a Draco.

"Loraine, ya te dije que no me gusta la mostaza, ¿Cómo es que nunca nadie se acuerda?", y meneando la cabeza, limpiándose elegantemente con una servilleta de papel los labios y tomando algo de jugo de manzana, siguió, "Te lo dije, la madre de Bill está muy mal de salud, ¡con el disgusto se podría morir!", Loraine le miró con sospechas, se limpió también la cara que tenía llena de mostaza e insistió.

"Sabes, Dylan", dijo y tomó de su té, "creo que estás buscando excusas para seguir cerca de esa gente", Draco meneó la cabeza y Loraine asintió, "Oh, sí. No te engañes a ti mismo, cielo, eso solo te causará más líos", le miró fijo y siguió, "Si la señora esa se puede morir con la verdad, entonces dile a uno de sus hijos. No al Policía, ¡a ese no! Pero tal vez a su esposa, me dijiste que era una mujer inteligente, o al otro, al entrenador de perros, no sé, ellos sabrán cómo manejar la situación, y en su momento, decirle la verdad a la Señora esa, pero no esperes demasiado, todo esto explotará en tu cara y será peor", Draco suspiró y le miró preocupado.

"El padrino de Bill prometió ayudarme, el ex policía", dijo Draco sonriendo interiormente por los equivalentes del mundo muggle que se inventó para los Weasley y Kingsley.

"Pues no te fíes, espera un tiempo prudencial, pero si él no resuelve las cosas, toma acción, querido, no deseo que salgas lastimado de todo esto", Draco sonrió y se sintió agradecido por el afecto de su amiga.

-*-

En la tarde, a la hora del té cuando más gente había en el Café, Draco vio entrar a Charlie Weasley mirando a su alrededor con curiosidad y el alma se le cayó a los pies.

Charlie se puso en la cola de la caja, pidió un café con leche y un pedazo de pastel de navidad, y luego esperó del lado de las entregas hasta que Draco preparó su café y se le acercó poniendo la taza en una bandeja donde ya estaba el resto de su orden.

"Buenas tardes... Dylan", dijo Charlie mirando su placa sobre su chaleco, y sonrió irónicamente hacia Draco.

"Señor, su orden", dijo este sin inmutarse por fuera pero temblando por dentro. Ahora era claro que todos los Weasley sabían donde trabajaba y seguro, también donde estaba su lugar de habitación. Maldita comadreja, pensó Draco en referencia a Ron con resentimiento.

"Dylan... Mmj... ¿no tendrás algunos minutos libres para que hablemos... o podría esperar a que salgas para que conversemos unos minutos", levantó las cejas esperando que Draco respondiera.

"Creo que me puedo tomar unos minutos luego, pero me temo que debo atender a la gente de la cola. Esta es una hora pico en el Café", dijo mirando sin vacilar a Charlie.

"Oh, claro, no hay problema. Me tomaré mi café mientras tanto... se ve bien", dijo Charlie y contrario a lo que Draco esperaba, sonrió mostrando un par de hoyuelos adorables, luego se fue a sentar.

-*-

Pasada una hora, los clientes que iban a tomar té y café a la hora tradicional menguaron y Draco se pudo tomar unos minutos. Se acercó a la mesa de Charlie quien leía el Profeta cubierto por un The Times que este bajó y puso a un lado de la mesa. Draco le llevó un cup cake de limón y una taza de té y llevó lo mismo para él. Charlie le miró alzando las cejas y Draco le dijo, "Créeme, te va a gustar", y este asintió contento y empezó a probarlo con deleite.

"Oh, sí está bueno, gracias, Dra... Dylan", dijo mirándole burlonamente.

"No fue mi idea", dijo a la defensiva, "mi jefe piensa que mi nombre es muy complicado para los clientes y me bautizó mientras esté en horas laborales con el nombre de un músico Muggle o algo así", dijo encogiéndose de hombros.

"Ah", dijo Charlie tomando de su té, "pensé que era parte de tu estrategia para desaparecer del mundo mágico", dijo Charlie relamiéndose de gusto lo que hizo reír un poco a Draco.

"Nop", dijo este.

"Y sin embargo, a pesar de haber estado apartado de todo, te encontró Bill", dijo Charlie tomando del té. Draco se preguntó si era la oportunidad que necesitaba, pero la verdad, no conocía a este Weasley, no sabía qué tan confiable era, y la verdad, sus brazos y cicatrices eran amenazantes.

"Casualidad de casualidades", dijo mirándole aparentando seguridad, "Es solo un cliente más que viene a comprar café cada día antes de ir a trabajar", dijo encogiéndose de hombros.

"Lo decía porque... porque ahora son pareja... y están comprometidos", dijo Charlie, y para vergüenza de Draco, este le miró apreciativamente deteniéndose un poco en su delgado torso y en su rostro. Se sintió ruborizar completamente cuando se dio cuenta de que si Bill Weasley no era gay, obviamente a Charlie si le gustaban los hombres y por lo visto, él había sido de su agrado. "Jamás pensé que a mi hermano le gustaran los hombres", dijo confirmando lo que Draco estaba pensando y volvió a encogerse de hombros.

"Creo que esto es mejor que lo hables con tu hermano mayor", dijo suavemente y miró hacia el reloj detrás del mostrador, le quedaban pocos minutos libres. "Me temo que no puedo acompañarte mucho tiempo, solo me quedan 3 minutos para volver a la barra", dijo y le miró con las cejas alzadas.

"Oh, claro", Charlie se aclaró la garganta y le dio un gran trago a su té mientras Draco terminaba su cup cake. "Mi madre quería que te invitara para ir esta noche a la Madriguera", Draco le miró con asombro y este asintió, "No celebramos la Navidad por lo de Bill, no abrimos los regalos ni comimos la cena que hizo Mamá, y ella piensa que es pertinente que nos acompañes aunque Bill no haya despertado, no vale la pena esperar por él, según su Droctor, se estima que sea aún después de Año Nuevo que pueda despertar...", y miró a Draco interrogativamente, este se volvió a sonrojar avergonzado.

"Doctor...", dijo y Charlie le miró sin entender, "Es Doctor, no Droctor...", Charlie rió y asintió, "Bueno, gracias... yo, eso no lo esperaba. En realidad, me honra su invitación, pero no creo que esté bien que vaya sin Bill... sería de mal gusto para él, quiero decir..."

"No seas tonto, Draco, hace dos días, ni sabíamos que Bill estaba en Londres", dijo Charlie quitándole importancia. A Draco le sorprendió lo rápido que este Weasley se había adaptado a sus nombres de pila y dejado de usar su apellido como hacían todos.

"Yo... lamento eso, en verdad, no sabía... Bill no... eso no está bien", dijo avergonzado.

"Lo sé... pero no es tu culpa, Bill es un adulto y dueño de sus decisiones, Draco, nadie te culparía a ti por eso, incluso si lo hubieras sabido, con lo de la guerra y todo eso, ¿quién podría culparte de no querer vernos? En especial después de ver la reacción de todos ese día en el hospital. Por cierto, disculpa la reacción de Ron. A veces es un tonto, pero no es mal tipo", dijo Charlie sonriéndole, Draco se sintió más culpable que nunca.

"Yo... eh... lo sé... no es su culpa, yo sé que no se lo hice fácil en Hogwarts, es normal que no confíe en mí y piense que voy con malas intenciones, además, su trabajo es desconfiar", dijo sabiendo que era lo primero verdadero que decía desde que se sentó en esa mesa.

"De todas formas, Draco, tú salvaste a Bill. Eso está más que claro, y si podemos pasar una navidad algún día con él de nuevo, es gracias a ti". Se levantó y Draco le imitó, "Sé que debes volver a trabajar, pero por favor, piénsalo, mi madre está muy ansiosa de verte de nuevo, te prometo que haré que todos se comporten. Las barreras de la Madriguera están abiertas para ti", y sonriéndole ampliamente, Charlie le mostró sus encantadores hoyuelos y se fue haciéndole señas con la mano y salió del Café.

"Oh, Merlín", dijo Draco para sí mismo, preguntándose cómo es que resultaba que ahora los hermanos Weasley eran tan atractivos.

Al Ver que DormíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora