Luego de la cena, Draco insistió en ayudar a la Señora Weasley a recoger la mesa, y aunque esta se negó y discutió, Draco le aseguró que para él no era ningún esfuerzo, y menos con magia, ya que diariamente lo hacía con sus propias manos en el Café. Y ambos usaron sus varitas y se pusieron a trabajar. Él envió todo a la cocina y ella lo puso a fregar. El la ayudó a secar los platos y ella fue acomodando todo en su lugar. En menos de veinte minutos, la cantidad inmensa de platos y cacerolas estaba brillando y guardada, la cocina lucía como nueva.
Molly le dio un beso en la mejilla feliz y lo tomó de la mano y le llevó al salón, le pidió que se sentara a descansar mientras Ginny y Hermione hacían el té, Charlie traía galletas en formas navideñas hechas por él y que Draco encontró deliciosas y Audrey y Percy bailaban una vieja melodía de Celestina mientras Arthur sacaba a bailar a Molly quien ruborizada de gusto, se movía lento pero dulcemente por el Salón mientras Draco y Kingsley les miraban, Kingsley sonriendo y Draco con los ojos humedecidos intentando no llorar recordando a sus padres a quienes les gustaba la misma canción.
Esto no pasó desapercibido por Charlie, quien le apretó el brazo y cuando Draco le miró, le sonrió con amabilidad. Draco le regresó la sonrisa y aplaudió cuando terminó la canción a las parejas al igual que Charlie. Para la siguiente melodía, Ron bailó con Hermione, Percy con Ginny, Kingsley con Molly, y para su sorpresa, Charlie insistió en que Draco le acompañara, indicando que en el hogar de los Weasley, nadie podía pasar de bailar al menos una vez en Navidad. Cuando Draco rió por fin aceptando y dijo que no era ya el día de Navidad, Charlie solo dijo, "Ese es solo un detalle insignificante, lo estamos celebrando hoy y eso es lo que cuenta", y le hizo girar y reír mientras se desplazaban graciosamente sobre la alfombra colorida. Para ser un tipo grande y fuerte, Charlie bailaba con bastante ligereza.
Luego todos brindaron con el champán que trajo Draco y recordaron con afecto a George, Bill y Harry, y felices, se lanzaron a abrir los regalos.
Draco observó encantado cómo todos recibían regalos de todos. Las niñas ya habían abierto los suyos para no quitarles la ilusión, pero los adultos no se quedaban atrás, y pronto, había una montaña de papel de regalo por el suelo. De repente, Ginny se le acercó y le puso un paquete rojo sobre las piernas y le dijo, "Feliz navidad, querido hurón", lo que hizo reír a todos y Draco miró sorprendido el paquete, ni siquiera le importó el mote, no podía creer que había un regalo para él.
Draco la miró pensando que era una broma, pero Ginny le hizo señas de que lo abriera mientras Charlie se paraba detrás de ella a la expectativa. Draco lo abrió con nervios y se sonrojó terriblemente.
Había visto a Potter y a la Comadreja vestir algo así por varios años, esos suéteres de hechura casera eran típicos de los Weasley, incluso se había burlado de ellos en el Colegio, pero internamente, deseaba que su madre pudiera hacer algo así para él, con su propia magia. En su casa, los regalos era costosos y elegantes, pero todo era comprado de la mejor marca y en las tiendas más lujosas, su madre nunca cocinó o tejió nada para él, y al ver el suéter Weasley, no pudo evitar conmoverse: era de franjas gris oscuro, gris claro y azules, y tenía una 'D' bordada en el lado izquierdo del pecho en color azul claro sobre la franja gris oscuro. Miró a la Señora Weasley que sonrió radiante hacia él y Charlie dijo, "Te dije que le quedaría, tengo un ojo excelente para las tallas", y Draco sin siquiera notarlo, derramó un par de lagrimas mirando el hermoso suéter tejido con los ojos acuosos.
"Oh, querido, no te gustó", dijo la Señora Weasley acongojada.
Draco negó con la cabeza intentando serenarse cuando se dio cuenta de su arranque emocional, miró a la Señora y le dijo, "Esto... usted los suele hacer para sus hijos... yo, lo noté por años mientras estuve en Hogwarts", dijo con la nariz roja y los ojos aún húmedos mirando a la amable matrona.
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Al Ver que Dormías
FanfictionHan pasado 6 años de los juicios. Draco Malfoy vive tranquilo, trabaja dura y honestamente y se ha reconciliado con su pasado, pero definitivamente, está muy solo en su día a día en el Londres Muggle. Cada mañana en los últimos tres meses, Draco pre...