Capítulo 6

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Draco estaba cansado, así que se quedó dormido en la silla de acompañante, y a las 5:30 de la mañana, le despertó la enfermera amable con una taza de té de la máquina.

"Te va a doler el cuello, cielo, estás muy mal acomodado", le dijo sonriéndole.

"Oh, es usted", dijo Draco, y tomando el té sonrió, pero luego recordó que fue ella quien le metió en ese lío. "¿Por qué lo hizo? ¿Por qué les dijo a todos que yo era su prometido?

"Oh, pues porque lo eres, ¿no es así? Todos te estaban mirando con cara de querer atacarte luego de lo que hiciste por él, y no solo te debe la vida, ¡eres su prometido!", dijo ella como si fuera obvio.

"¡Pero no lo soy!", ella le miró con cara de confusión.

"¿No eres qué?", preguntó confundida y Draco resopló con disgusto.

"¡Su prometido!", dijo exasperado, "No lo soy" y señalando a Bill agregó, "¿De dónde sacó eso de que soy el prometido de Bill?", la mujer le miró con cara de confusión y luego con sospecha.

"¡Tu lo dijiste!", dijo apuntándole con el dedo, "¡Allá abajo!, tú dijiste que era el hombre con el que te ibas a casar...", Draco resopló exasperado.

"Solo una fue una expresión", señaló él también a Bill, "Es solo un cliente habitual de donde trabajo, es muy guapo, me gusta mucho, yo.... siempre fantaseó sobre él, que se enamora de mí y me pide matrimonio, pero ni siquiera me conoce... o mejor dicho, sabe quién soy, pero jamás me ha reconocido o mirado al rostro siquiera, a pesar de que le sirvo el café a diario en donde trabajo", dijo poniendo cara de pesar, dejó la taza en la mesita y se tapó el rostro con las manos sin poder creer el problemón que tenía encima.

"Oh, Dios, ¡no puede ser!... pero... ¿su familia cree que eres su prometido?", dijo ella alarmada, Draco asintió sin destaparse el rostro.

"¿Pero por qué no dijiste la verdad?, ¡pudiste decir que fue una confusión, joven! No tenías que seguirme la corriente", lo miró de nuevo con sospecha como si fuera toda su culpa.

"Porque si no se dio cuenta, su madre está enferma, cualquier cosa que la altere la puede matar, y además, ¡sus hermanos me querían linchar!", y ella le miró con interés y compasión, boqueó un poco como pensando qué preguntar ahora.

"Pero, ¿Por qué te odian? Si noté que sus caras eran de rabia hacia ti, por eso intervine antes de que te hicieran algo", Draco meneó la cabeza.

"Es una muy larga historia, Miriam", dijo luego de mirar la placa en su pecho y corroborar su nombre, "pero lo que sí le puedo asegurar es que uno de sus hermanos menores y yo nos odiábamos en la escuela, y honestamente, él tiene sus razones de desconfiar de mí..., ¡pero no intenté dañarles!, jamás haría eso. En verdad me gusta Bill y yo... yo me conformaba solo con verle todos los días sin esperanza ninguna".

"Oh, ¿no sería genial que esta fuera tu oportunidad, cielo?", dijo ella sonriendo entusiasmada.

"¿Oportunidad? ¡Él se va a despertar y recordar que es un mujeriego, no que es gay, y que está comprometido con otro hombre, de hecho, que no me habría considerado jamás como pareja!, ni siquiera si hubiera descubierto en sus treinta y pico que le gustan más los hombres que las mujeres".

"Oh, Dios", dijo la Enfermera, "Pues qué lío" y Draco le miró exasperado y asintió con rabia.

"Si, qué lío, en verdad".

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Cuando Draco iba hacia el ascensor, fue llamado por el enfermero moreno que recibió a Bill el día que fue ingresado, Draco se volteó y le esperó un momento, este venía con una caja con algunas cosas, y cuando se acercó, se dio cuenta que era la ropa y las cosas de Bill.

Al Ver que DormíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora