Prólogo

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El castillo de Arbezela se había vuelto más frío desde la huida de la princesa Eugenia, nunca lograron dar con el barco, la emperatriz fue feliz porque habría una molestia menos para su adorable estrellita, Benela detestaba haber perdido tan buena pieza y Marigold solo esperaba con que la pequeña pudiera vivir una vida llena de felicidad y libertad, al igual que Mary Smith, su amiga más íntima y la única en quien confiaba en el castillo.

Ariana siempre era favorecida y eclipsaba en cualquier aspecto a sus hermanos pero toda su existencia se disolvía en el aire cuando se hablaba de su media hermana, Eugenia de Secramise, la hija más amada por Jaider y todos en general, sus inventos ayudaron a la vida cotidiana no solo en el castillo, en el imperio en general. En su habitación había miles de planos que el emperador financió para ver realizados, así se sentía cercano a su amada primera hija.

Siempre las comparaban siendo Eugenia la más hermosa obra de arte en su pedestal, pero Ariana.... Siempre estaba atrapada en su sombra...

Años después se encontró un nuevo continente lleno de recursos y tierras inexploradas, un atractivo objetivo para cualquier reino por lo que se buscó conquistarlo, provocando así una guerra entre varios países, el mismo emperador Jaider había partido a dirigir su ejército y conquistar las tierras vírgenes pero al final no pudo, en el punto clave de esa guerra por territorio de todos contra todos apareció una nueva fuerza, piratas.

Una legión de piratas se unió a la guerra en busca de territorio propio, nadie los vió como una amenaza pero ese fue el más grande error cometido por todos los países.

Habían arribado armados hasta los dientes con armas nunca antes vistas que superaban enormemente a los magos y guerreros, encargandose de liquidar a cada soldado en su camino, sin importar a que nación perteneciera, dejando detrás de ellos tierra bañada en sangre y muerte.

Todos los países abandonaron el continente sin nombre, tiempo después más piratas invadieron el lugar pero fueron aplastados por el poder de la primera tripulación "Piratas Last Hope". Al final el capitán de los piratas Last Hope se coronó como emperador, naciendo así el Imperio Pangea.

Tenían pocos socios comerciales y aliados ya que nadie quería asociarse con un pirata conocido por su locura y gusto por la violencia, hubo quienes mandaron espías a Pangea para revisar su estado, desmintiendo así que era un país sin ley donde podía ocurrir cualquier tipo de crimen y que nadie haría nada por tí, era todo lo contrario, un imperio con ciudadanos felices que gozaban de muy buena atención médica y servicios públicos, teniendo varias máquinas que ayudaban a la población, tales como la siembra y cosecha, al igual que la cacería y pesca, un lugar paradisíaco.

Su emperador junto a los miembros más destacables de su tripulación salían a expediciones de vez en cuando, turnandose entre ellos para decidir quién se quedaba a cuidar Pangea, el único país "cercano" al territorio de Pangea eran las Islas de Orian, con quién no tenían ninguna relación.

El capitán pirata que creó su propio trono en Pangea fue apodado por el mundo como el "Emperador del Cataclismo" pues a los ojos de muchos, había que ser una fuerza de la naturaleza para derrotar al Rey Demonio de Arbezela.

De eso habían pasado años y el Imperio Pangea era un país de primer nivel con el que muy pocos países interactúaban, esto debido al orgullo herido de sus gobernantes en la guerra.

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El Imperio de Arbezela estaba en peligro, Ariana de Secramise había intentado robarle algo a la persona equivocada, esa persona era un pirata y no cualquier pirata, era el "Emperador del Cataclismo", haciendo que Pangea les declare la guerra... Ahora aquel gobernante se dirigía en barco junto a una parte de su legión a Arbezela y firmar la paz.

-¿"Emperador del Cataclismo"? ¿Por qué asumen que soy un hombre tía Annie?- preguntó "el emperador".

-Bueno, ahí es tú culpa cariño. Nunca das a conocer tu cara y todos asumen que eres un chico aunque también es culpa del mundo por pensar que esas hazañas no las podría realizar una mujer- comentó la mujer mayor viendo al "emperador", su hermosa sobrina. -Pero también es tú culpa de nuevo por llamarte a tí misma "Emperador" en lugar de "Emperatriz"-.

-Me pregunto... ¿Qué dirán en cuanto vean mi cara?- por un lado le daba risa pensar en el rostro de los adultos pero se sentía inquieta por lo que dirían sus hermanos menores aunque disfrutaría mucho ver la sonrisa rota de su "hermanita".

-No lo sé pero estoy segura de que tu madre estallaría a carcajadas- le decía su tía y eso la hizo reír.

La Princesa Pirata (Fanfic De Las Joyas De La Princesa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora