Capítulo 26

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Eugenia se encontraba en su oficina atendiendo los asuntos internos junto a los jefes de gremios y ministros, no habían pasado muchas cosas en su ausencia además del triunfo en su pequeña guerra contra otro país, los campos de cosecha se mantenían estables así como su producción de cosechas que prometían llegar con abundancia, los suministros que llegaban de estados vasallos y aliados iban y venían, hubo intentos de atacar sus rutas comerciales pero todos fueron contrarrestados, los imperios de Oriente y Occidente buscaban tener una audiencia con ella.

-Confirmen mi audiencia con el Occidente pero niega la de Oriente, ya se porque me buscan- ordenó la peliverde.

-¿Es por el cabello de la emperatriz Rashta?- preguntó uno de ellos.

-No, esa poción pierde el efecto luego de unos días para después dar un cabello quebradizo y enredado por varios meses. Lo que quiere es que reanude nuestros tratos comerciales de "exportación de bienes exóticos"  con su país-.

-No lo culpo, ordenaste sesar nuestras actividades ahí cuando oímos del asunto de la amante embarazada- comentó Rook, sentía pena por ellos.

-Pero emperador ¿Esto es correcto?- cuestionó una ministra.

-No lo sé. Actué egoístamente, no quiero ayudar al hombre que lastimó a uno de mis amigos y eso basta para mí- les confesó, siempre había sido emocional.

Las horas siguieron hasta acabar la junta, Eugenia masajeo el puente de su nariz de lo cansada que estaba, Rook le dió un vaso de agua para después  recostarse en el sillón de la oficina.

-Es un fastidio ¿Debería fingir mi muerte, huir y cambiarme el nombre?- pensaba la emperador en voz alta dejando caer su cabeza en su escritorio.

-No me molestaría eso pero hazlo después de que el país sea autosuficiente y no haya problemas- le seguía la broma Rook.

-... ¿Cómo le va a "ya sabes quién"?- indagó ella, su compañero la miró pero volteó rápidamente para que sus ojos no se encontraran entre sí.

-Según nuestra red, se divierte haciendo alboroto en varios países, en los últimos informes se dice que está bien-ella solo se levantó para ver la vista de su ventana -Me alegra saberlo ¿Y mis hermanos?-.

-El principe Haveron pasa gran parte de su tiempo en los talleres de alquimia y magia, se le vé muy emocionado al irse y al volver. El principe Kamal no ha hecho nada particular además de leer, la mayor parte del tiempo se queda en el palacio a dormir o recorre todos los edificios que lo componen-.

-¿Y Bavilo?-.

-Él principe Bavilo... Pues...-.

-Ya entendí, sigue en lo mismo-.

Bavilo de Secramise nunca fue el favorito de nadie por lo tanto debía esforzarse el doble o hasta el triple por ser notado y elogiado, eran gracias a esas experiencias que no tenía mucho conflicto con su situación actual.

Desde el día uno, seguía a Janeth Mayday a los cuarteles del ejército de Pangea y entrenaba junto a todos los demás, los ejercicios y sus repeticiones eran inhumanos cuando la gran mayoría estaba tirado en el suelo sin poder más era el de cabellos plateados quien seguía estando de pie, impresionando a todos en el proceso pero Janeth seguía viéndolo de una forma fría y algo despectiva, eso no lo haría rendirse. La seguía a todas partes para intentar convencerla, hasta a sus tavernas favoritas y Janeth por más que desapareciera de su vista o lo intrincados de sus caminos él no se iba.

Una tarde en una de las varias tavernas de la costa, Janeth bebía licor como sí se tratara de agua, reinaba un pacífico caos cuando un joven de cabellos grises y ojos amatistas entró buscando a la general del ejército causando su enojo y el fin de su día libre.

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⏰ Última actualización: Mar 11 ⏰

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La Princesa Pirata (Fanfic De Las Joyas De La Princesa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora