La Princesa Pirata (Fanfic De Las Joyas De La Princesa)

Capítulo 12

Un mes... Eugenia y compañía llevaban en Arbezela... Un... Mes...

Después de que hicieron los ajustes de la fuente de poder alternativa en "Dulce Napolitano" y estuvo listo, cerca de la hora acordada en la que se irían, Kamal y Haveron se aferraron a las piernas de Eugenia para evitar que se fuera, cumpliendo así la amenaza, aún así los fue arrastrando mientras caminaba a la entrada del palacio real, en el camino Bavilo también se aferró a ella en la misma pierna que Kamal, aún así no se detuvo pero en cuanto se encontraron con el emperador, Jaider hizo lo impensable y saltó a su espalda, rogaban porque no se fuera aún y no quedó de otra más que rendirse.

Luego llegó la gente de Darhan para negociar alianzas y exportaciones de vienes, después eso volvió a pasar lo de ser retenida por sus hermanos, pero incluyendo a Efrit, quien no consiguió abandonar el joyero de Ariana.

Le siguió otra joya de Ariana, Raymond Amber, quien quería hacer negocios con Pangea, esos acuerdos tardaron más por la cantidad de veces que intentó coquetearle pero que ella ignoraba.

Y a parte de eso...

-¿Fiesta del té?- preguntó Ela sentada en un sillón oyendo hablar a Haveron.

-Sí, la emperatriz hará uno y estás invitada- contestó con alegría el pecoso de ojos verdes.

-Paso, lo único que quiere es que apoye a su estrella sin brillo o exhibirme como rareza de aparador en un show de fenómenos- tomó unos papeles y empezó a escribir su rechazo, pero con dulzura.

-Deberias de ir Eugenia, ahora que Arbezela y Pangea son aliados...- opinaba su hermanito.

-Se oye como una trampa, pero dudo que sea de la emperatriz. Sin ofender pero no me pareció tan inteligente- opinó Annette y Rook estaba de acuerdo, los dos estaban en la misma habitación, Annette construía un barco en miniatura y Rook leía libros sobre la historia de Arbezela.

-Eso no lo puedo poner en duda- Haveron estaba de acuerdo.

-Entonces es de la segunda princesa, sí su hermana, que es emperador, muestra apoyarla a ella o a la emperatriz estará mejorando sus probabilidades para ser gobernante y también podría hacer contactos con Pangea, vendría bien para nosotros en un periodo de medio plazo pero nos afectará a largo plazo- explicó Rook, la segunda princesa seguía los pasos de sus ancestros, muchos habían hecho algo similar para volverse emperador.

-Además obtuve información de sus sirvientas, desde niña cuando tomaba clases de administración el único libro que leé una y otra vez es "El Arte de la Guerra"- comentó Eugenia.

-¿Y eso qué tiene que ver?- preguntó Haveron.

-Que la mayoría de empresarios malvados lo usan como referente y lo aplican en sus negocios- contestó está vez Rook, él había trabajado de todo un poco antes de conocer a Eugenia y entre esos trabajos había muchos turbios, la mayoría de sus jefes en ese entonces tenían una copia de ese libro. -Aunque también podría usarte como escudo, parece que la emperatriz le tiene algún tipo de miedo a Madame Benela pero ella te tiene miedo- nadie lo notó a excepto de Rook pero Benela no dejaba de temblar luego de que Eugenia cuarteara la mesa con sus puños cuando la golpeó, debió de tener algún tipo de regresión a un trauma.

-No iré a menos que lo oiga de alguna de esas dos- y envío al ave de tonos azules a volar hacia el palacio de la emperatriz.

Su carta llegó a la oficina de la emperatriz dónde madre e hija estaban juntas, teniendo opiniones diferentes por el rechazo de Eugenia, Roserice sentía un poco de alivio por no tener que lidiar con la pirata pero Ariana se sentía molesta, a sus ojos y sin importar que tan alto fuera la posición de su hermana, Eugenia debía de obedecer su voluntad, ella era la legítima heredera al trono y la peliverde no dejaba de ser una hija ilegítima, nada lo iba a cambiar.