Capítulo 23

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Un delicioso almuerzo llegó en la tarde a manos de Destiny, era mil veces más deliciosa que cualquier otro platillo que hubieran comido en Arbezela preparado por el cocinero del palacio.

El ambiente era ruidoso para los nobles del extranjero, Eugenia devoraba cada plato que se ponía frente ella sin modales, Janeth bebía botella tras botella sin que el licor pareciera hacerle efecto, los más ruidosos eran el hombre mayor junto al músico y la emperador.

Todos hablaban entre ellos como sin nada y sin formalidades de manera animada, hablaban del día a día, decepciones amorosas, pequeñas aventuras ocurridas durante su ausencia, lo aburrido del banquete en Arbezela, como Janeth embriagó a toda la nobleza presente en la celebración con unas gotas de hidromiel, un ambiente ajeno al noble de Marloe y a los príncipes de Arbezela.

Mientras discutían acerca del entrenamiento de Bavilo, la pirata de vestimenta roja se negó a entrenarlo, sí bien había pasado todo el entrenamiento infernal no se había ganado su aprobación.

-Eugenia, ni aunque me lo ordenes voy a entrenarlo- la comida se había vuelto incómoda.

-¿Puedo saber por qué?-.

-Nunca he tenido un estudiante directo para empezar, además de que le estás facilitando demasiado el camino a seguir- volteó a ver al primer principe con seriedad, su mirada era más intimidante que la de el emperador de Arbezela.

-Principe Bavilo, respeto que estés aquí pero sí de verdad quieres que sea tu maestra, debes ganartelo. No te daré el privilegio solo porque tú hermana mayor sea Eugenia- sus palabras eran duras pero había una razón, a diferencia de muchos hijos de la nobleza sin importar sí eran ilegítimos o legítimos tenían cierto grado de facilidades, Bavilo tenía muchas desventajas en cuanto a favoritismo en el Imperio de Arbezela, estaba bien que Eugenia lo mimara un poco pero no por ello debían de complacerlo los demás.

-Trabajaré duro por ganarme un lugar, lady Mayday- la castaña en respuesta le lanzó una servilleta -No me digas "lady", me hace sentir vieja. Basta con "general", "vice-capitana" o simplemente llámame por mi nombre-.

Eugenia sonrió por ello y la comida siguió con normalidad.

-Bueno, yo casi siempre estoy atrapada en mi oficina o en mi laboratorio, Bambi estará demostrando ser digno pero ¿Qué harán ustedes tres?- se refirió a Jade y sus otros dos hermanos, a los últimos dos los tomó desprevenidos y con la boca llena, desde un inicio habían dicho que no tenían que ser tan formales y se tomaron bastante en serio esas palabras.

-La verdad no teníamos planes- se avergonzó un poco Haveron, simplemente habían decidido acompañarlos, nada más.

-Tú tal vez no, pero yo sí- contestó Kamal apenas logró tragar la enorme cucharada de comida -Hermana ¿Es cierto que tienen la biblioteca más extensa del mundo?- Kamal era de los que pensaban que el verdadero poder se haya en el conocimiento y la astucia, su hermana y su madre siempre se lo habían demostrado, por lo tanto el quería ser verdaderamente poderoso.

Había rumores por todo el mundo de que no había biblioteca más extensa en el mundo que la ubicada en el Imperio Pangea, todos esos libros provenientes de los tributos a su imperio, de saqueos en altamar y obtenidos en guerras, libros de diversos temas e incluso los eruditos y académicos de ese país registraban una copia de cada investigación y tesis que hacían, los historiadores dejaban registros de todos los sucesos y los militares ejercicios y estrategias utilizadas fueran vistas en otros ejercitos o por ellos mismos, todo eso para las futuras generaciones, en cuanto escuchó ese rumor deseó llegar hasta el Imperio Pangea para poder absorber cuánto conocimiento pudiera.

-Jaja, ratoncito astuto. No creo que tenga todo el conocimiento del mundo pero sí es bastante extensa- comentó Eugenia, la habían fundado en un inicio porque cada habitación del palacio estaba llena de libros, papiros, pergaminos, tablillas y mapas que ni ella ni Rook quería tirar ni desperdiciar -No tengo problema en que vayas pero no todas las zonas están abiertas al público en general así que no hagas trampa ni te desilusiones-.

Kamal hizo un lindo puchero pero haría caso a su hermana de mala gana.

-Sí te portas bien, prometo ir contigo a las secciones prohibidas- le guiñó el ojo y eso lo animó bastante.

-Mago Jacob ¿Podría ir con usted a su Torre de Magos?- Haveron deseaba entender y seguir aprendiendo sobre magia, que menos que hacerlo en un lugar donde tienen más dominio en las teorías y su líder.

-Depende, Eugenia ¿Le das permiso?- el pelinegro volteó a ver a la emperador y está asintió mientras seguía comiendo.

-Viendo que ya están teniendo planes ¿Tú qué dices Jade? ¿Vendrías conmigo a mi humilde gremio de comercio y economía?- Jade accedió sin problemas, podría ver de primera mano los productos y la forma de comercio de Pangea.

La Princesa Pirata (Fanfic De Las Joyas De La Princesa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora