Capítulo 22

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Mientras avanzaban por las calles de Altomare hasta el palacio iban siendo saludados por sus ciudadanos, algunos comentaban con que se pasaran por sus negocios y otros preguntaban por la gran fiesta que harían.

-Parece que todos te quieren...- comentó Haveron viendo muchas sonrisas al rededor mientras pasaban.

-Eso parece, aunque creo que solo están felices de vivir en un lugar más estable- contestó Eugenia.

-Aunque también ayuda tú personalidad- se unió a la conversación Jade, estaba cansado y engentado, necesitaba llegar al palacio -Normalmente un gobernante no es tan cercano con su pueblo, algunos nobles o señores feudales lo son pero no los reyes ni emperadores-.

- Eh ¿Gracias?- algo que había aprendido Eugenia de Jade es que no todos sus comentarios por más positivos que se oyeran sobre una persona o situación no eran cumplidos.

-No es elogio, deberías de tener cuidado. No hace tanto tiempo se fundó Pangea y aún sigues sin extender un árbol genealógico ¿Qué pasará con ellos el día en que por confiada te acaben apuñalando?- Jade tenía razón hasta cierto punto, han habido y seguirán habiendo intentos de homicidio contra ella, sean por motivos personales de algún enemigo suyo u otros países que quieran conquistar Pangea pero ella y sus amigos no se dejarían caer tan fácil.

La expresión de Eugenia cambió a una de disgusto, sabía eso, al principio no dejaron de llegarle "solicitudes escritas" de distintos hombres que se ofrecían para "ayudarla a engendrar su descendencia" y una que otra oferta de matrimonio y "matrimonio", la diferencia entre ambos es que en los "matrimonios" era solo casarse, embarazarla y permitirle al "esposo" comodidades y amantes ya que solo estarían para darle un hijo o hija, ni más ni menos, también hubo ministros que sugirieron que tuviera un harem pero tampoco parecía la solución al problema, al contrario lo empeoró, alguna ministra habló del tema en un burdel y esa noche tuvo que pasarla escondida en un árbol por los consortes, prostitutos y artistas que fueron a buscar una oportunidad.

-Aja, entonces "señor prometido de la emperador" en lugar de casarse ¿Me daría el honor de convertirme en madre? ¿No verdad?- contra eso Jade ya no pudo decir nada.

-La hermana de Altair insiste en qué deberíamos casarnos o qué al menos propaguemos la raza Kijin- se dejó caer entre las cajas de solo recordar ese fastidio.

-¿Altair? ¿Kijin? Hermana explícate- pidió Kamal, era interesante la vida de su hermana mayor.

-Ah, cierto. Mí mamá no era humana como tal, es de una raza proveniente de Omasturi-Han llamada "Kijin" de ahí su tamaño, fuerza y potencial mágico, se supone que lo que más los caracterizaba es su cabello verde. Yo soy mestiza porque el viejo de mierda es un humano pero Altair, el chico que les dió miedo, es un kijin puro aunque sin potencial para la magia, su hermana también es mestiza y le gustaría que me case con él para mantener la raza- de solo recordar la primera vez que se adentró al palacio para plantear la idea sentía que moriría de vergüenza o de enojo, tal vez ambas.

-¿¡Ha!? ¿¡Por qué tú!?- Bavilo se sentía indignado, su hermana merecía algo mejor que un simple gerente de burdel.

-¡Si hermana! ¡Debe haber muchas otros kijin por ahí!- continúo Kamal, no había nadie digno de su hermana mayor.

-De hecho no, hace 50 años en Omasturi-Han, el rey de ese entonces que era todo un tirano, cometió genocidio contra las demás razas bajo la creencia de que los humanos eran la raza superior. Eso no le gustó a muchos por lo que se revelaron y un nuevo clan reinó hasta hace cuatro años, pero prácticamente es una raza extinta junto a los oni- explicó Annette, quien también era de Omasturi-Han y en todo el tiempo que vivió ahí, Mary fue la única kijin que conoció.

La Princesa Pirata (Fanfic De Las Joyas De La Princesa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora