Habitación 159 [#1 Los Wellington] COMPLETA ✔

39- Cuenta regresiva 3... (parte I)

—Natasha.

Decirlo en voz alta fue casi curativo, pero sentirlo mientras me dejaba llevar por él a lo más alto es algo sublime. Su cuerpo sobre el mío y ese calor que emana su interior que me envuelve como una manta en pleno verano, haciéndome sudar. Tener a Jacob tan cerca parece ser algo vital para mí y me asustaba la simple idea de la distancia entre nosotros.

Pensar en cómo sería todo cuando estas vacaciones acaben, era devastador. Regresar a Nueva York sería un reto tremendo, él era un estudiante y tenía yo tenía muchos asuntos que atender en mi bandeja, además estaba el miedo de que esto solo fuera una pasión de vacaciones, aunque de cierta forma, en el fondo de mi corazón, aquella voz ilusionada me dice que toda ira bien, que seriamos perfectos y que debería de intentar ver hasta dónde llega esto.

Pensar en el futuro con Jacob abrían dos caminos frente a mí, uno donde era completamente feliz por primera vez y el otro donde terminaríamos despreciándonos entre nosotros al tener que renunciar a muchas cosas, entre ellas a que él tenga que enfrentarse a su familia por esta locura. No queria que le pasará lo mismo que a mí con mi familia, aunque era circunstancias distintas, se el daño que puede causar eso. Pero ahora no es el futuro. Ahora es el presente y en este presente, sus dedos recorren abdomen creando círculos sobre mi ombligo, mientras sus labios dejan pequeños besos sobre mi cuello que crean cosquillas y me hacen liberar pequeñas risas tontas que él recompensa mirándome con aquellos ojos llenos de vida.

—¿Tienes cosquillas aquí también? — pregunta subiendo los dedos hasta uno de mis pechos y rodeando la arela con suavidad. Me estremezco al instante y mi pezón se pone más duro que antes.

—Eres insaciable — murmuro abriendo más mis muslos sintiendo una corriente de aire fresco que se estampa en la piel magullada y aun mojada de mi intimidad. Su brazo libre se dobla, para que se apoye sobre la palma de su mano y clave el codo en la cama, mientras la otra sigue dejando caricias sobre mi piel.

Su mirada recorre mi cuerpo con tal descaro que me remuevo excitada, para cuando sus ojos llegan a los míos, en sus labios hay una sonrisa tan perversa que casi me desmayo.

—No tanto como tu — añade y su boca va a mi barbilla para dejar un beso. Mis manos sobre mi abdomen se clavan sobre mi piel para amortiguar aquella sensación se ansiedad que él despierta en mí y Jacob parece notarlo porque ríe un poco más.

—¿Cómo podría cansarme de ti? — pregunto girando en su dirección, colocando mi cuerpo de lado, frente a suyo. Elevo mi mirada a la suya, pues esta más alto por que está apoyado sobre su brazo. Su cabello cae alborotado sobre su frente y sin poder evitarlo elevo una mano para apartarlo un poco, sintiendo como sus hebras sedosas y algo húmedas por la transpiración, se escurren entre mis dedos.

Sus ojos se cierran ante mi caricia y sigo haciéndolo, hasta llegar a su mejilla la misma que recorro con la punta de mis dedos, sintiendo su piel tersa y suave. Me deleito con su apariencia y cuando regresa a abrir los ojos, aquel azul parece fuego.