Giros de mi vida

Capítulo 6

Aventuras

Abrí mis ojos de golpe, me acorde de inmediato de lo último y me asuste más. Gire y observe a mí alrededor. Mi pies tocaron madera estábamos en una casa grande de madera, como esas que usan los pequeños pero esta era mucho más grande y rápidamente me asome por la ventana que la tenía a mi lado izquierdo. Esta vez no había rastro de caminos solo arboles grandes muy grandes y muchas plantas. Pronto escuche que abrieron la puerta

—Despertaste, lo siento de verdad—Orman estaba ahí como si no me hubiera dormido, o drogado como quiera que se llame eso.

—Estoy molesta —Salí de la habitación y directamente camine hacia adelante y pronto pude ver la entrada. Abrí la puerta y me quede parada observando todo. Todo eran arboles esta vez sin carretera ni montañas ¿Dónde estoy? ¿Más lejos? Quería llorar, cuando por fin estaba encontrando pistas de donde estaba cambiaban de lugar esperaba que no fuera así o jamás podría irme y regresar con Hugo.

—¿Dónde estamos?—era obvio no me respondería eso

—Pues hemos cambiado de hogar

— ¿Aqui viviere? O eso se, no puedo elegir —se acercó a mi

—Perdón. Tal vez unos días no lo sé pueden ser días, semanas o meses. No te puedo asegurar nada—lo decía como si nada.

—Si estando allá me aburría ¿Qué hare aqui? —mentí solo quería irme

—tienes más libertad, no puedes irte de aquí

— ¿En dónde estamos? —volví a preguntar como si fuese a decirme

—En una isla, en alguna parte del mundo

—Sí, mucha información. Gracias

—De nada —se rio

—No le veo lo gracioso—me cruce de brazos y deje de verlo

—Ah justo iba por ustedes dos. Ya vengan a desayunar por favor —dijo Wendy. Se adaptaban rápido. Me cedió el paso y camine indignada hacia adelante hasta que pude notar otra casita así de madera obvio de tamaño real con un letrero restaurante ¿enserio? No se suponía que estábamos en una isla. Que isla tan moderna pero no me sorprendía llevaba poco con ellos, que fueran lo que fueran, tenían tantas facilidades así que si ahí adentro me encontraba con pandas sirviendo el desayuno no me sorprendería.

—Pasa cariño—Me senté y así como me senté me termine el desayuno estaba hambrienta. Durante todo el desayuno no abrí la boca. Me mantuve callada. No entendía muchas cosas de las que hablaban. Orman decía que era hora de aprender sobre armas, se dirigía hacia nosotras, jamás en mi vida manejaría una arma de fuego, jamás. También hablaban acerca de que estaban comenzado a buscarles por haber asesinado al chico de la vez en que me encontró ¿no pertenecía con él? Lo más seguro es que lo buscaran por eso. Había visto las noticias en el televisor y se decía que mi desaparición había sido planeada. De verdad no entendía el porqué de eso, nunca jamás me había metido con nadie y jamás lo haría. Según noticias no había rastro de mí, ni una pista que arrojara si seguía viva o si estaba muerta. Estaba más preocupada por Elia que por mí en este momento aun que si me causaba temor estar en una isla no sabía si era del todo verdad, pero sí lo era no podría escapar. Tenía que mandarle decir a Elia que estaba bien se merecía saberlo.

— ¿A dónde vas?—me levante de la mesa

—iré a deprimirme durante días, no me molestéis. —dije para que todos lo escucharan. No era para menos estar en una isla si es que lo era y lo más probable era un sí de respuesta. Esto me causaba un estrés demasiado grande. Estos hombres eran capaz de cambiar hasta de planeta.