2

935 170 103
                                    

—La entrevista con la revista salió muy bien, te felicito —halagó Jihyo sin despegar su vista del frente y las manos al volante—. Todo salió estupendo, solo tengo una única observación, tienes que intentar ser un poco más agradable con tus lectores.

—Sabes bien que no me gustan estos eventos, mucho menos las entrevistas. Me pongo muy nerviosa al estar bajo el ojo público.

—Jeong, lo normal es hacer un poco de promoción a tus libros, soy tu representante, es mi trabajo, me la pones muy difícil —espetó con voz neutra—. Aunque debo reconocer que por tu aura misteriosa, te has vuelto cada vez más popular. Esa es una muy buena estrategia de marketing, atraes cada vez a más fanáticos.

—Las personas a las que tú llamas "fanáticos", casi siempre suelen ser muy desagradables conmigo, no tolero que invadan mi espacio personal, detesto eso.

Nayeon tragó en seco al oír cada una de las palabras que salían de la boca de su escritora favorita, ¿en qué concepto la tendría ahora? No solo estaba violando su privacidad al escuchar una conversación privada, sino que también había quebrantado la ley.

No pudo evitar sentir tristeza al ver que a ella le disgustaban sus lectores. Aunque por otra parte, trataba de entenderla, no debía ser nada fácil lidiar con personas acosándote todo el tiempo. Su caso era un claro ejemplo de ello.

—Al menos deberías recibir sus cartas, no importa si no las lees, solo hazlo como gesto de agradecimiento —comentó Jihyo—. Escribes novelas de amor y romanticismo, pero eres una amargada en la vida real.

—Tú mejor que nadie sabes lo que me pasó la última vez que recibí una carta —le contestó con reproche—. No volveré a caer, no dejaré que nadie juegue con mis sentimientos Jihyo, no me importa lo que la gente piense de mí.

—Bueno, lo que pasó con...-

—No menciones su nombre, no lo hagas —advirtió Jeongyeon con molestia.

—Está bien Jeong, pero no te enojes conmigo, relájate un poco, ¿quieres? —murmuró Jihyo con cautela—. Mejor cambiemos de tema.

Nayeon tomó su cuaderno y bolígrafo para volver a escribir algo en el.

"Mereces todo el cariño que en otro tiempo te negaron".

—¿Compraste todos los víveres que te pedí? —preguntó Jeongyeon esta vez con la voz más tranquila. Su acompañante le respondió con un simple "sí"—. Ya tengo el nombre del nuevo libro que voy a escribir, "Koi no yokan".

—¿Y eso que significa?

—Koi no yokan es una expresión japonesa sobre un futuro amor. Se refiere al sentimiento que tienes cuando acabas de conocer a alguien y sabes que irremediablemente te vas a enamorar de esa persona —explicó Jeongyeon—. Su traducción puede ser premonición o presentimiento de amor.

—Oh, creo que he escuchado algo de eso antes, ¿es como el Hitomebore?

—Es diferente, porque el Hitomebore es como "amor a primera vista", o atracción instantánea. Y en la expresión del Koi no yokan el amor aún no está ahí, pero el presentimiento de que eso te sacudirá la cabeza y el corazón, sí lo está... la idea de que estás a punto de enamorarte perdidamente de alguien.

Nayeon gritó internamente al escuchar aquello, se sentía tan afortunada de saberlo antes que todas las demás fans. Su emoción estaba al límite, hasta que su gozo se vió interrumpido por su teléfono vibrando. En ese momento se agradeció el haberlo puesto en silencio, de lo contrario ya habrían notado su presencia.

Tzuyu
Unnie, ¿estás bien?, ¿te han descubierto?, estoy preocupada por ti, por favor respóndeme cuando leas este mensaje.
——

Nayeon
Chewy tranquila, de momento no han notado que estoy aquí, ellas han abordado los asientos del frente. No sé a dónde irán, pero en cuanto tenga oportunidad saldré sin que nadie se de cuenta.
No te preocupes si tardo más tiempo en volver, en una de esas, posiblemente me toque vivir por fin mi romance adolescente.
——

Tzuyu
Está bien Unnie, pero ya no eres adolescente.
——

Nayeon
¿Me estás llamando vieja, Chou? Ya verás cuando vuelva a casa. Por favor maneja mi auto con precaución.
——

Tzuyu
Cuídate mucho Unnie, suerte.
——

Nayeon guardó su teléfono nuevamente y luego miró hacia la ventanilla para darse cuenta de que estaban conduciendo a la autopista que llevaba fuera de la ciudad. Solo esperaba que no fuesen tan lejos, o de lo contrario le sería un poco complicado volver a casa.

—¿Estás segura de que no quieres que me quede contigo? Puedo ser una buena compañía para ti.

—Ni siquiera lo sueñes Park, solo puedo escribir cuando estoy sola y rodeada de naturaleza a mi alrededor —respondió Jeongyeon—. Estaré bien, no te preocupes por mí, no es la primera vez que hago esto.

—¿Rodeada de naturaleza a su alrededor...? —murmuró Nayeon para sí misma.

Todo parecía indicar que saldrían de la ciudad y ella no tenía otra opción más que permanecer escondida hasta el final. Quizás aún tenía la oportunidad de escapar sin ser vista, solo era cuestión de esperar.

Se acomodó recostándose sobre uno de los asientos, con una enorme sonrisa plasmada en el rostro. Para Nayeon, estar a unos cuantos pasos de Yoo Jeongyeon era un sueño hecho realidad. Y aunque por dentro se muriera por correr a abrazarla, no lo haría, porque ya en suficientes problemas se había metido por ingresar en su camioneta sin su autorización.

El viaje se volvió tan largo que no supo en qué momento se quedó dormida, posiblemente todo haya sido culpa de la música clásica que pusieron de fondo en algún momento del camino.

Nayeon se removió incómoda. Soltó un par de pequeños bostezos hasta darse cuenta de que la camioneta ya no estaba en movimiento. Restregó sus ojos para poder mirar con claridad y al corroborar que ni Jeongyeon ni su representante estaban dentro de la furgoneta, tomó sus cosas y por fin salió.

Sus ojos se expandieron en grande al darse cuenta de todos los árboles que había a su alrededor. A un par de metros de ella, se encontraba una ilustre cabaña en la que suponía que debía estar la escritora.

Su primer pensamiento fue buscar si había algún transporte cerca de ahí que pudiera llevarla de regreso a la ciudad, así que caminó un poco por el lugar dándose rápidamente por vencida. A su paso solo encontró árboles y más árboles. Su preocupación creció cuando se dió cuenta de que pronto iba a anochecer y su teléfono no tenía ni una sola rayita de señal.

Nayeon regresó a la cabaña con resignación, puesto que no tendría más opción que pedir ayuda y explicar porqué estaba allí.

—¿Quién es usted y qué hace aquí?

Los ojos de Nayeon que hasta hace unos momentos estaban sobre el suelo, se posaron directamente sobre Yoo Jeongyeon al escuchar su voz. Su expresión se suavizó unos segundos luego de conectar miradas con ella.

Se acababan de conocer, pero sus ojos se miraban como si ya se quisieran...

—Le hice una pregunta, ¿no piensa responder? —preguntó Jeongyeon nuevamente sintiendo un sentimiento extraño dentro de su ser.

Nayeon la miró embelesada y con los ojos brillantes. Ya tenía una nueva frase para escribir en su pequeño cuaderno.

"Juro que sus ojos no eran parte del plan, nunca pensé que su mirada cambiaría mi rumbo".

~~~

-🍒

Koi no yokan (恋の予感) • 2yeon • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora