Capitulo 17 Enojados

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Cuándo Darien y Serena terminaron de empacar las cosas personales de él, la subieron a presidencia, ambos trabajaron en equipo y para qué negarlo, los besos y las sonrisas estaban incluidos, esos dos se sentía sumamente atraído uno del otro, pasaron todo el día trabajando, casi terminando la hora de trabajo, Serena salió archivar unos documentos mientras qué Darien se debías sí ir o no hablar con sus padre, para saber qué había pasado con Minet, no podía evitar sentirse mal por Minet, odiaba hacer sentir mal a una mujer, y peor aún, odiaba hacerlas llorar pero Darien no podía darle lo qué Minet quería, nunca le importó cómo mujer, por más guapa qué fuera, había algo en Minet qué lo inquietaba, suspiró frustrado, y recorrió su oficina, volvía hacer el presidente de la empresa, volvía a estar a cargo, volvía estar en ese lugar qué aún qué amaba le traía muy malos recuerdos.

Pero ahora esperaba qué las cosas fueran diferentes, Serena estaba con Darien, lo llenaba en todos los aspectos y para qué negarlo le encantaba, esa rubia lo traía loco, sus hermosos ojos color azul qué por ratos parecía avellana lo hacía perderse en ellos, sus besos eran su perdición, y su cuerpo uff, ese cuerpo qué lo hacía delirar, lo invitaba a perderse en él una y otra vez, recordar lo qué pasó en la mañana, cómo la penetraba pegada en la pared, sus jadeos, cómo jalaba su cabello, un gruñido salió desde su garganta, cuándo recordó cómo sentía estar en el paraíso con sólo estar dentro de ella, se encontraba duro con recordarlo lo rico y placentero qué sentía estar con Serena, sé dirigió hasta su teléfono y llamó a su eficiente secretaria, necesitaba arreglarnel problema qué tenía dentro de sus pantalones.

-Digame señor Chiba Shields ¿Qué necesita? - Darien quiso gemir en cuánto la escuchó pero no lo hizo, sabía qué la muy descarada lo estaba provocando, más sí se podía.

-Señorita Lam Sukino, la necesito de inmediato aquí en mí oficina - ordenó Darien con voz ronca.

-En Un momento estoy ahí señor - dijo Serena con voz sexy.

Serena no sabía qué le pasaba pero deseaba a Darien a cada segundo del día, nada era normal con ese hombre en especial los celos qué sentía, nunca había estado celosa por un hombre, qué no fueran de su familia pero con Darien todo era diferente, en cuánto entro a la oficina, Darien la esperaba a pocos metro de la puerta, Serena lo recorrió co la mirada, lo primero qué notó fué el bulto entre sus piernas, y lo segundo fué cómo sus ojos estaban oscurecidos, por lo qué trago grueso.

-¿Qué desea señor Chiba Shields? - dijo Serena acercándose a Darien muy sensualmente.

-Deseo qué usted se encargue del problema qué hay en mís pantalones, ya qué es su culpa, por qué con sólo pensar en usted me pongo duro cómo una piedra - Serena sonrió y terminó de acercarse para darle un casto beso en los labios.

-Yo encantada de solucionar su problema señor, de hecho le voy a pedir qué se siente - Darien alzó una ceja sorprendido deseaba perderse en ella, pero no pensó qué Serena le fuera hacer algo tan delicioso.

-A sus órdenes - Darien se sentó con las piernas abiertas, Serena se arrodilló y con una sonrisa pícara empezó a mastubar a Darien por encima de los pantalones.

Darien cerro los ojos, y sé dejó llevar por las caricias de su mujer, por qué Serena era su mujer, Serena abrió el botón del pantalón y bajó la cremallera, volvió a estimularlo por encima de sus bóxer, luego de un movimiento rápido sacó su miembro, Darien abrió los ojos y la veía con lujuria, mientras qué a Serena sé le hizo agua en la boca, ese hombre no tenía ningún defecto, al menos para Serena qué estaba perdiendo la cabeza por Darien, por qué sabía qué nadie era perfecto.

Serena pasó su lengua por toda la longitud de ese hombre tan varonil, Darien no pudo evitar gemir y volver a cerrar los ojos, recostó su cabeza en la silla, sus caderas empezaron a tener vida, por la forma tan exquisita qué Serena le hacía sexo oral, lo metía en su boca, y lo chupaba sín cesar, mientras qué con su boca estimulaba la parte más sensible, con sus manos le daba atenciones a sus testículo.

-¡Mierda!... Serena... Esto...Es... Delicioso... Pero... Me... Voy... A... Regar... Detente - Serena no le hacía caso, Serena quería probarlo, quería solucionar el problema qué muy feliz le hacía provocar.

-Sere... Serena... ¡Oh... Por... Dios! - dijo Darien antes de regarse en la boca de la mujer qué se le estaba metiendo en el corazón.

-Problema solucionado jefe ¿Desea algo más? - dijo Serena levantándose del suelo y limpiando con su dedo algo de semen, qué se había salido de su boca, Darien gimió al verla, esa mujer era una maldita tentación en todo momento, acaba de llegar a un increible órgano, y seguía excitado al verla, no sé cansaba de hacerla suya.

-Sí, deseo qué te desnudes e inmediatamente te sientes en mí escritorio, y te abras de piernas - dijo Darien quitándose su corbata y su saco.

-¿Y sí no quiero señor? - preguntó Serena en tono de broma.

-Púes tendré qué tomarla por las malas, por qué deseo hacerla mía ahora - Serena jadeo al escucharlo.

Esté hombre la ponía a mil, sín perder más tiempo hizo lo qué le pidió, y ambos volvieron hacer el amor, duro apasionado, cariñoso y tierno, una mezcla de todo lo qué ellos sentía, y qué los estaba consumiendo, cuándo ambos salieron de la oficina, se sentía saciados, más no satisfechos, Darien le propuso ir a la casa de él, quería tenerla en su cama por lo qué Serena aceptó, no sín antes ir primero a su casa hablar con sus padres y hermanos de su relación con su jefe, pero en cuánto llegaron al parqueo el celular de Serena sonó, Serena al ver qué era su mejor amigo, giró su rostro y observó a Darien quién al ver quién era, su rostro no pudo evitar molestia, volvió su vista al frente y siguió caminando.

--Seiya, cariño ¿Cómo estás? - dijo Serena sonriendo e ignorado el gruñido qué se oyó a su lado.

-Bien, Sere he hablado con con Rei, vamos a salir a tomar unas copas, y queremos qué nos acompañes - dijo Seiya .

-Seiya - dijo Serena sabiendo qué a Darien no le gustaría para nada la idea, pero su amigo no lo dejó terminar de hablar.

-Seiya nada, Serena Lam Sukino no aceptó un no por respuesta, sé qué tienes pareja y eso se respeta, pero también tienes amigos y tienes derecho a compartir con ellos - Serena sabía qué tenía razón, además Darien le había dicho qué los fines de semana eran de él, qué los demás días podía salir,así qué eso iba hacer.

-Bien, mandame un mensaje con la dirección y el lugar para vernos - contestó Serena.

-Perfecto, nos vemos en dos horas cariño - respondió Seiya.

-En dos horas Seiya, te quiero - Serena cortó la llamada y cuándo volvió a ver a su lado, Darien no estaba, por lo qué giró a ver a sus espaldas, y su sexy hombre se encontraba de brazos cruzados y el ceño fruncido, sabía qué estaba molesto - No pongas esa cara - Serena le dijo señalándolo.

-Vas a ir a verte con él, cuándo ya has quedado conmigo, eso no me gusta, ahora mismo lo vas a llamar y lo vas a cancelar - Serena lo vió incrédula.

-¿Disculpa? - preguntó Serena.

-Lo qué has escuchado Serena - Serena muy molesta se acercó a Darien.

-En primer lugar, el qué seas mí novio no te da derecho a decirme qué hacer, en segundo lugar habías dicho qué los fines de semana eran tuyos, qué cualquier otro día podía salir con mís amigos, y eso es justo lo qué voy hacer, y en tercer y último lugar no me gusta qué me controlen, ni qué digan qué hacer, y menos en el tono qué lo has hecho tú, así qué o te controlas, o hasta aquí llegamos - Serena lo regañó.

Se giró muy molesta y se fué en busca de su auto, por más qué Darien se le estuviera metiendo en el corazón, no sé iba a dejar a manipular...

ENAMORADO DE ELLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora