Capitulo 9 Mandona Preciosa

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Serena sentía las manos de Darien recorrerla entera, sus caricias la llevaban a otro mundo, uno dónde sólo placer podía sentir.

-Me encantas, ere preciosa - Darien besaba los echos de Serena, succionaba con fuerza, cuándo terminaba con uno seguía con el otro, pero ninguno se quedaba sín ser atendido por su boca y su lengua.

-Me los has dicho durante dos horas qué llevamos aquí encerrados, creó qué deberíamos salir ya aquí, tengo una cita está noche - Darien sé sentó y sé levantó de inmediato, no pensaba qué Serena fuera a decí eso.

-No puedes estar hablando en serio ¿De verdad te vas a ver con tu amigo para acostarte con él? - Darien preguntó y aún qué no quiso, sonó dolido.

Lo peor de todo, era qué no sabía el ¿Por qué? no podía creer qué se podía enamorado de alguien a quién apenas conoce, una mujer con la qué había tenido el mejor sexo de su vida, la mujer más hermosa qué hubiera visto.

-Es mí amigo, uno qué tengo mucho tiempo de no ver - Serena sabía qué había un poco la pata.

-Sí fuera un simple amigo, no hubiera problema, pero te acuestas con él, no pienso discutir por esto, pero sí decides acostarte con él, no creó qué sea correcto seguir teniendo sexo nosotros - rebatió Darien.

Darien empezó a buscar su ropa, para colocarsela y salir de ahí, tenía qué evitar mostrarse posesivo y malditamente celoso, la quería sólo para él, pero sabía qué no era correcto, Serena lo miraba en silencio, sabía qué estaba celoso y que se estaba controlando, no era tonta, Seiya siempre se había comportado de igual forma, Serena no era de darle explicaciones a un hombre, y a pesar de qué no quería empezar ahora, sabía qué le encantaba estar con Darien, con mentirse así misma no ganaría nada, decidió imitarlo, y empezar a buscar su ropa para vestirse, Darien terminó antes y se fué directo al gran ventanal, era muy caballero para dejarla botada y marcharse sín decir nada, luego de qué Serena estuviera vestida, respiró profundo y sé acercó a Darien.

-No soy una cualquiera Darien, tú has sido una excepción desde el primer momento, por lo qué sí me sigo acostando contigo no lo haré más con Seiya, hablaré con Seiya y sé qué Seiya lo aceptará, antes de cualquier cosa Seiya es y será mí amigo, ahora sí no quieres qué algo entre nosotros vuelva a pasar será mejor, dejarlo así y yo seguiré con mí vida - comentó Serena.

Darien sé puso a meditar las palabras de Serena, por lo qué no contestó de inmediato, a lo qué Serena pensó qué su silencio era una negativa a seguir juntos, por lo qué Serena se dirigió a la puerta, lo qué le hizo a Darien volver a la realidad.

-Te creó Sere, y desde luego quiero seguir con esto qué estamos empezando, qué aún qué no se qué es, quiero seguir, pero no quiero compartirte - dijo Darien.

-¿Y yo tendré qué compartirte? - preguntó Serena alzando una ceja.

-No hermosa, te juro qué no, por tí soy capaz de ser el más fiel, con tal de qué a tí, no te toque nadie qué no sea yo - Darien colocó sus manos en la cintura de Serena, y la jaló suavemente pegándola a él - Quiero ser el único qué te haga ver las estrellas.

-De acuerdo, mientras estés conmigo, no tendré nada con Seiya, pero no me puedes negar a qué lo vea, es mí mejor de toda la vida, Seiya y Reí son mís mejores amigos - Darien la miró fijamente por unos segundos, luego sonrió con malicia.

-Bien, no hay problema, puedes ir - dijo Darien.

-No te estaba pidiendo permiso - cuestionó Serena.

-Lo sé, así qué corrijo mís palabras, estoy de acuerdo con tu decisión, pero ¿Saldrás sólo con él o también irá tu amiga? - preguntó Darien.

-Lo más seguro es qué ambos, siempre salimos juntos - respondió Serena.

-Tu amigo y tu amiga ¿Han tenido sexo? - Darien había tenido un plan, y sín importar qué, lo llevaría a cabo, sabía qué Zafiro le ayudaría, en especial sí la amiga de Serena estaba metida.

-Sí - dijo Serena sín ningún tipo de vergüenza - De hecho hasta hemos compartido pareja en un mismo cuarto - Darien la miró sorprendido.

-No seré una cualquiera, pero tampoco soy una santa, dos veces en mí vida me he emborrachado tanto qué mís hormonas sé disparan, así qué cuándo salimos Seiya, trae con él a su amigo Yaten, lo conozco desde hace muchos años, así qué al ser dos mujeres y dos hombres, nos vamos a un cuarto y le doy rienda suelta a mís hormonas, pero cómo te he dicho a pasado sólo dos ocasiones - comentó Serena.

-Y ten por seguro qué no habrá una tercera vez, no quiero qué tomes más de la cuenta, a menos qué yo esté contigo, por qué de ahora en adelante, el qué te va a quitar tus benditas ganas voy hacer yo - Darien llevó sus manos a los senos de Serena y lo estrujó, asiendo qué ella jadeara - Cada qué sientas deseos de qué esté dentro de tí, vas a buscarme y yo te voy a complacer, no me importa sí interrumpes diez veces en mí oficina, sólo importa qué tus ganas te las quites conmigo, yo te buscaré cuándo tenga ganas, lo único malo es qué en cuánto vuelva Declan, no pienso subir a esté piso, a menos qué sea realmente necesario ¿Entendiste? - informó Darien.

-Sí - Serena dijo apenas en un susurro - Justo ahora te quiero dentro de mí.

-Púes justo ahora nos vamos a mí casa, espero dejarte tan cansada qué no quieras salir de mí cama en toda la noche - dijo Darien.

-Sí eres capaz de hacer qué me quedé en tu cama y quiera seguir teniendo sexo conmigo toda la noche, me quedaré, pero no ha nacido hombre qué lo haya logrado - lo retó Serena, Darien le gustó la idea y a la vez sé sorprendió.

-¿Y tu amigo y tú nunca han pasado una noche juntos? - preguntó Darien.

-No, luego de tener sexo y yo quedar satisfecha, simplemente decido regresar a mí hogar o a la casa de Rei - respondió Serena.

-Pero ya pasaste una noche conmigo - indagó Darien.

-No guapito, te recuerdo qué cuándo llegamos a tu casa, ya casi era de media noche, y luego de terminar dormí como dos horas y luego me fuí, no pase contigo toda la noche y tampoco amanecí en tus brazos - Darien sonrió con entusiasmo.

-Bien, entonces te haré desearme tanto cómo yo te deseo a tí, para qué no salgas de mí cama, en todo el fin de semana - informó Darien.

Serena sonrió al escucharlo, la idea era malditamente buena, Serena misma estaba deseando qué lo cumpliera.

-Bien, podemos irnos, pero yo me voy en mí auto, y tú en el tuyo - Darien iba protestar pero Serena lo detuvo - No, no quiero negativas, además debemos disimular un poco, yo voy a ir a bajando, mientras qué tú vas a ir por tus cosas, y te espero a dos cuadras de aquí, así tu vas cuidando mís espaldas - dijo Serena con una sonrisa, la cuál Darien no pudo negarse, Serena era una mandona preciosa, ambos salieron de ahí, y sé dirigieron al placer de entregarse nuevamente...

ENAMORADO DE ELLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora