Capítulo 2: Como terminó

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Después de 3 años de relación para nadie era secreto que Time lo engañaba cada vez que salía de fiesta o que se quedaba haciendo algún proyecto de tesis los fines de semanas, ni siquiera era secreto para Tay. A pesar de todo Tay se sentía tan enamorado y Time siempre llegaba con algún presente o le llevaba a citas, por lo que el rubio se hacia el ciego con respecto al tema.

Dentro de los casi cuatro años nunca dejaron de celebrar juntos las fechas importantes, ya sea cumpleaños, aniversarios o festividades familiares, menos la celebración de la titulación de ambos. Pero dicen que siempre hay una primera vez para todo.

Tay aguantó todos los engaños de Time, aguantó el olor a perfume barato con el que llegaba Time, aguantó fines de semanas enteros solo, aguantó las burlas de sus compañeros por ser un idiota al cual engañaban, aguantó que los idiotas con los que Time se acostaba se jactaran de aquello, aguantó ver marcas en el cuerpo de su novio que no eran realizadas por él. Pero lo que ya colmó su paciencia fue que eran las doce de la noche, tenía una cena en la mesa con un vino carísimo, vestido hermosamente y la luz tenue, pero sin Time. Era la primera vez que no llegaba a la celebración de su aniversario.

Tay se levantó cuando ya eran las una de la madrugada y entendió que Time no llegaría, tiró la comida a la basura, limpió la mesa, cambió su ropa y se fue a la cama. Por primera vez en cuatro años quiso no haber conocido nunca a Time, por primera vez desde que comenzó su relación tenía ganas de golpearlo y sacarse la rabia que tenía dentro en ese momento. Se permitió llorar, no como otras veces, esta vez era desgarrador.

Time no llegó en toda la noche y ni siquiera un mensaje mando, no llegó en la mañana, no llegó en la tarde. Tay se sentía destrozado, lloró la gran parte del día y casi ni comió. A eso de las ocho de la noche Time llegó con un ramo de flores y una sonrisa en su rostro. Tay de buena gana le hubiese dado un golpe para romperle la boca, pero no era su personalidad así.

— Cariño, lo siento —dijo Time.

— Time, no quiero tus rosas —el rubio se sentó en el sofá y llamó a su novio para que se sentará a su lado.

— Mi teléfono se apagó y no pude comunicarme contigo.

— ¿comiste? —a pesar de todo Tay no podía evitar preocuparse por su novio.

— Sí, ¿quedan cervezas?

— Sí, m puedes traer una a mí también.

— ¿cerveza? ¿tú? —time lo miró extrañado, ya que el rubio no acostumbraba a tomar eso.

— Sí, quiero tomar una.

— Bueno —Time volvió y se sentó con las cervezas abriéndole la suya a Tay.

— Gracias —cosas como abrir la puerta del coche, servirle un trago, comerse las cosas que no le gustan a él, comprarle lo que le pidiera. Esas cosas mantenían a su corazón en una burbuja.

— Tay yo de verdad lo siento, no me olvide de nuestro aniversario —Time tomó la mano libre de su novio—, te amo cariño y sabes que no me olvidaría de algo así, pero no pude llegar.

— Lo sé, me di cuenta.

— ¿estamos bien?

— Siempre lo estamos —Tay había tomado una decisión desde la tarde, pero quería darse un poco más de tiempo con Time.

— ¿quieres ir a ducharte conmigo? —dijo Time coqueto.

— No, ve tu solo —Tay nunca le dijo que no a Time, debido a que siempre pensó que no tendría la necesidad de seguir buscando por fuera. Pero el moreno no se conformaba solamente con su cuerpo, así que ya no estaba dispuesto a tener que pasar sus labios por donde alguien más lo había pasado antes.

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