ROTO

Capítulo 24: No de nuevo.

Time llegó donde su padre esa tarde, el cual le informó que necesitaba que lo acompañara a una reunión de trabajo, pues al parecer su socio tenía un hijo de su edad y no quería que se aburriera.

Time se vistió adecuadamente y le informó a Tay por mensaje de texto, que llagaría tarde y el motivo, pensó que después del acto de anoche Tay estaría descansando.

Al llegar al hotel donde se hospeda el empresario Time no se sintió a gusto, pues su padre al parecer quería que mantuviera contento al muchacho, así que lo único que hizo fue conversar un rato con él y luego de casi media hora se levantó para ir al baño.

Su padre lo siguió y comenzó como siempre a recriminarle una y mil cosas, para no arruinar su negocio prefirió no volver a la mesa y salir a fumar.

— Tienes cara de que no lo estas pasando bien —Jhon el hijo del socio de su padre se acercó.

— ¿peleas con tu padre?

— Bastante, no suelo hacer lo que quiere —el muchacho rubio le pidió fuego para prender su cigarro—, podríamos ir a beber a otro lado si quieres.

— No hace falta que coquetees —Time levantó su mano y mostró su anillo—, me voy a casar.

— Oh, pero yo o te hablaba en ese plan —el chico sacó un cigarrillo de marihuana—, solo estoy diciendo que nos alejemos de nuestros padres.

— Debo volver con mi prometido.

— Entiendo —el muchacho prendió el cigarrillo—, solo fuma conmigo un poco.

— Pues... —Time no quiso ser mal educado y le acepto una fumadas al cigarrillo, luego entraron con sus padres y Time bebió unos tragos.

Tay estaba en casa algo preocupado, pues Time no había contestado sus llamadas y ya eran más de la una de la mañana, pero pronto llegó un mensaje de su prometido informándole que se quedaría en la mansión de sus padres, había estado bebiendo y no quería manejar así. Sin más Tay se acostó tranquilo.

A la mañana siguiente Tay despertó y lo primero que hizo fue llamar a Time, pero no contestó el teléfono, pensó que quizás aun dormía, así quedo de intentarlo más tarde. El rubio se quedó viendo televisión mientras aún limpiaban la casa, descubrió que la mansión la ocuparon de motel.

— Cuando le cuente a Time estará muy enojado con estos estúpidos —Tay tomó su teléfono y volvió a marcarle a su prometido.

— ¡Alo¡ —alguien que no era Time contestó el teléfono.

— ¿Quién eres?

— Jhon, menos mal que alguien llamó, necesito devolverle el teléfono a Time se le quedo en la habitación del motel y no tenía forma de contactarlo.

— ¿mo... motel? —Tay sintió que le había caído un balde de agua fría encima—, ¿Dónde está Time?

— Se fue esta mañana, mientras yo estaba aún durmiendo.

— ¿pasaron la noche juntos?

— No me gusta mucho hablar de eso, pero sí —Tay dejó caer el celular y ya no pudo escuchar más, sus ojos se llenaron de lágrimas, sintió un peso en su corazón y abrazó a si mismo llorando.

— ¿Por qué?... lo prometiste... mentiroso... siempre es mentira... te odio...

— Señor Tay —la mucama se acercó.

— Por favor... vete... —Tay se levantó para ir a su habitación dispuesto a tomar solo algunas cosas e irse, pero justo en ese instante Time entró por la puerta.