ROTO

Capítulo 9: VegasPete

Pete y Vegas se conocieron cuando el primero trabajaba como guardaespaldas de Kinn, Vegas siempre fue un hombre que buscaba placeres de una noche, pero con Pete siempre fue diferente. Pete llevaba 7 años trabajando para Kinn, pero Vegas lo conoció hace tres años debido a que el mayor estuvo viviendo en América por bastante tiempo.

Cuando volvió lo primero que hizo fue invitar a su primo a pasarla bien, pero se encontró con la sorpresa de que estaba enamorado, sin poder convencerlo dio una vuelta ese día por la mansión para ver si Kim lo acompañaba. Estaba por abrir la puerta de la habitación de Kim cuando sintió un arma en la cabeza.

— Date vuelta lentamente si no quieres que te reviente los sesos —dijo quien lo apuntaba.

— Oye espera —Vegas dio vuelta y sus ojos se perdieron en la belleza de aquel hombre que lo miraba con intriga.

— ¿Quién eres?

— El amor de tu vida —dijo Vegas, pero al chico no le hizo gracia y paso la bala—, no espera, mi nombre es Vegas Therapayakul, soy primo de Kinn.

— ¿Por qué debería creerte?

— Porque es cierto Pete —Kim llegó hasta ellos y le bajo la mano a Pete—, este idiota es mi primo.

— Lo siento mucho señor Vegas —Pete hizo una reverencia—, no conocía su rostro.

— Eso es porque Kinn no tiene fotos de mi hermosura.

— Que humilde —dijo entre dientes Pete.

— Tengo buen oído —dijo Vegas mirándolo.

— Tengo trabajo que hacer, si me disculpan —Pete se fue y Vegas miró a Kim.

— ¿Quién es?

— La mano derecha de Kinn —dijo Kim entrando a su habitación—. Me cambio y nos vamos, hay un club nuevo, con unos chicos...

— Eso me gusta.

Los días posteriores Vegas buscaba excusas para ir a la mansión y ver a Pete, el chico menor que él no parecía nada interesado en su persona, es más le ignoraba o se perdía cuando Vegas iba a la mansión.

— No puedo señor Kinn —Pete estaba en la sala hablando con Kinn, había pasado un mes desde que Vegas volvió.

— Eres al único que le puedo confiar esto Pete.

— Pero él no me agrada.

— Sé que pude parecer molesto, pero Vegas no es lo que aparenta.

— Haré mi trabajo —Pete salió para arreglar un bolso con ropa.

Kinn le había pedido que se quedara unos días en el departamento de Vegas, ya que al parecer estaba recibiendo amenazas y no sabían de quien se trataba. Así que sin ningún ánimo llegó al departamento del mayor.

Vegas estaba muy feliz de tener a Pete en el mismo lugar, ya no se le escondería o ignoraría. Pero Pete no estaba dispuesto a tener ni siquiera una amistad con él al parecer, apenas los saludó y se acomodó en una de las habitaciones.

— Pete —el menor llevaba tres días en ese lugar y en ningún momento vio alguna amenaza, es más siguió a Vegas y nadie parecía seguirlo o intentar algo contra el mayor—, ¿quieres beber conmigo?

— No.

— Sabes —Vegas abrió una lata de cerveza—, mi tío me envió a Estados Unidos cuando mi padre murió, según era lo mejor —Vegas suspiró—, me ayudó a no recordar el accidente, pero me sentía bastante solo.