Capítulo 23: Mi Ángel

182 17 4
                                    


En el patio principal quedaba aún gente, Tay estaba conversando con Macao sobre su vida en Estados Unidos, Time se acercó a su novio infamándole que volvía pronto, Tay no le tomó importancia en ese momento y su novio camino algo lejos del resto. Sentado en una banca cerca de la piscina prendió el cigarrillo que le dio Vegas, mientras fumaba miró alrededor y noto que la piscina tenía algo extraño flotando, pero pensó que era el cigarro que estaba haciendo efecto muy rápido.

— Volviste pronto —dijo Tay al ver a Time a su lado.

— Sí —Time tomó la mano de su prometido—, papá envió un mensaje, dice que me quire mañana en la tarde en su oficina.

— ¿para qué?

— Pues no me dijo —Tay lo miró preocupado—, pero no arruinemos esto, aún quedan invitados.

— Sí algunos al parecer se fueron sin avisar —Tay veía como Arm trataba de mantenerse de pie—, y otros están demasiado borrachos para regresar.

— Siento mucho el comportamiento de los chicos Señores —se disculpó Chan.

— No te preocupes por eso Chan —Tay sonrió y se fijo que Time tenía la vista un poco ida—, si quieren pueden quedarse, haya muchas habitaciones.

— No podríamos Señor Tay —Chan se levantó y Big detrás de él—, es más, creo que ya debemos llevarnos a ese par.

— Ajajaj —Time río de la nada y Tay lo miró sin entender—, es que... mira a Arm.

— Dios santo —Chan fue con Big y tomaron al chico para llevarlo, Pol iba detrás intentando no caerse—, nos vamos, muchas gracias por la invitación señor Tay, señor Time.

— ¿puedes manejar Chan? —preguntó Tay.

— Sí, no fue mucho lo que bebí.

— Avísame como llegan.

Después que los guardaespaldas de la casa principal se fueran, solo quedó Macao y su novio, los cuales se despidieron al ver que ya no quedaba gente. Entonces quedaron solo Tay y Time, este último tenia la mirada fija en algún punto en el patio.

[Desde este punto narrara Time]

— Time ¿Qué te sucede? —mi mirada se giró para ver al dueño de la dulce voz, vi una ángel hermoso que parecía brillar, así como Edward brillaba con el sol.

— Tan deslumbrante amor mío —el ángel movió su cabeza en forma de negación y me levantó de mi asiento para poder volar juntos.

— No sé qué fumaste, pero estás bastante extraño —me llevó dentro de la casa y nunca me pareció tan hermosa como ahora, creo que fue una excelente elección.

— Si en algún momento no estoy no te deshagas de esta casa, no sabes por lo que pase para darte lo que mereces.

— Es nuestra casa Time y no digas idioteces, tienes que estar conmigo hasta la muerte.

— No hables de muerte hermoso ángel —este precioso ser me llevó volando escalera arriba hasta alguna habitación.

— ¿ángel? Time será mejor que duermas —como podría dormir teniendo un ángel conmigo.

— No cariño, lo mejor es que hagamos el amor, aún quiero estar dentro de ti —esta sería la única vez en la vida que haría el amor con un ángel, no podía desaprovechar la oportunidad.

— No pareces estar en condiciones —Tay era tan celestial.

— Alguna vez has bajado al infierno, eres un hermoso ángel celestial, pero tengo muchas ganas corromperte —el ángel se acostó en la cama y me saque la ropa para luego subirme sobre él—, prometo no romper tus alas.

ROTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora